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Bandera Perú

QUTIPIN Tabletas recubiertas
Marca

QUTIPIN

Sustancias

QUETIAPINA

Forma Farmacéutica y Formulación

Tabletas recubiertas

COMPOSICIÓN:

Cada TABLETA RECUBIERTA de QUTIPIN 25 contiene:

Quetiapina fumarato equivalente a quetiapina 25 mg

Cada TABLETA RECUBIERTA de QUTIPIN 100 contiene:

Quetiapina fumarato equivalente a quetiapina 100 mg

Cada TABLETA RECUBIERTA de QUTIPIN 200 contiene:

Quetiapina fumarato equivalente a quetiapina 200 mg

Excipientes: Lactosa monohidrato, celulosa microcristalina, polivinil pirrolidona, óxido amarillo de fierro, talco purificado, estearato de magnesio, dióxido de silicio coloidal, almidón glicolato de sodio tipo A, hipromelosa (E5 premium), polietilenglicol 6000, dióxido de titanio y agua purificada

Cada TABLETA RECUBIERTA de QUTIPIN 300 contiene:

Quetiapina fumarato equivalente a quetiapina 300 mg

Excipientes: Lactosa monohidrato, celulosa microcristalina, polivinil pirrolidona, óxido rojo de fierro, talco purificado, estearato de magnesio, dióxido de silicio coloidal, almidón glicolato de sodio tipo A, hipromelosa (E5 premium), polietilenglicol 6000, dióxido de titanio y agua purificada

INDICACIONES:

QUTIPIN está indicado en:

Tratamiento de la esquizofrenia.

Tratamiento del episodio maníaco moderado a grave. No se ha demostrado que quetiapina evite las recurrencias de los episodios maníacos o depresivos


ACCIÓN FARMACOLÓGICA:

Grupo farmacoterapéutico: antipsicóticos; Código ATC: N05A H04

Quetiapina es un agente antipsicótico atípico que interacciona con un amplio rango de receptores de neurotransmisión. Quetiapina muestra afinidad por los receptores de la serotonina (5HT2) y dopamina D1 y D2 del cerebro. Se cree que esta combinación de antagonismo del receptor con una mayor selectividad para 5HT2 respecto a los receptores D2 contribuye a las propiedades antipsicóticas y a la baja incidencia de efectos secundarios extrapiramidales (SER) de quetiapina. Quetiapina también posee una alta afinidad por los receptores αl adrenérgicos e histaminérgicos y una menor afinidad por los α2 adrenérgicos, y sin afinidad apreciable por los receptores muscarin-colinérgicos o benzodiazepínicos.

Quetiapina es activa en los tests de actividad antipsicótica, tales como evitación condicionada. También bloquea la acción de los agonistas de dopamina, determinada ya sea mediante el comportamiento o electrofisiológicamente, y eleva las concentraciones del metabolito de dopamina, un índice neuroquímico de bloqueo del receptor D2.

En los tests pre-clínicos predictivos de SEP, quetiapina es diferente a los antipsicóticos estándares y posee un perfil atípico. Quetiapina no produce supersensibilidad al receptor D2 de dopamina tras la administración crónica. Quetiapina solamente origina una catalepsia ligera a dosis efectivas de bloqueo del receptor D2 de dopamina e, igualmente, después de la administración crónica, demuestra selectividad por el sistema límbico produciendo un bloqueo de despolarización de las neuronas mesolímbicas, pero no de las nigrostriatales que contienen dopamina. Quetiapina muestra una carga distónica mínima en los monos Cebus sensibilizados a haloperidol o no tratados con el fármaco tras la administración aguda y crónica. Los resultados de estos tests predicen que quetiapina poseerá una carga mínima de SEP y se ha formulado la hipótesis de que los agentes con esta carga menor de SEP también pueden poseer una tendencia menor para producir discinesia tardía.

Quetiapina, administrada oralmente, es adecuadamente absorbida y se metaboliza extensamente. Los principales metabolitos plasmáticos humanos no poseen actividad farmacológica significativa. La biodisponibilidad de quetiapina no está significativamente afectada por la administración de alimentos. La semivida de eliminación de quetiapina es de aproximadamente 7 horas y se une en un 83% aproximadamente a las proteínas plasmáticas.

La farmacocinética de quetiapina es lineal, y no difiere entre varones y mujeres.

El aclaramiento medio de quetiapina en los ancianos es de aproximadamente un 30 a un 50% inferior que el observado en adultos de 18 a 65 años de edad.

El aclaramiento plasmático medio de quetiapina se redujo en aproximadamente un 25% en sujetos con alteración renal grave (aclaramiento de creatinina inferior a 30 ml/min/1.73 m2), pero los valores individuales de aclaramiento se encuentran dentro del rango para sujetos normales.

Quetiapina se metaboliza extensamente en el hígado, suponiendo el compuesto original menos del 5% del material relacionado con el fármaco sin alterar en orina o heces tras la administración de quetiapina. Aproximadamente el 73% de la radiactividad se excreta en orina y el 21% en heces. El aclaramiento plasmático medio de quetiapina se reduce en aproximadamente un 25% en sujetos con alteración hepática conocida (cirrosis alcohólica estable). Ya que quetiapina se metaboliza extensamente en el hígado, se esperan niveles plasmáticos elevados en la población con alteración hepática, pudiéndose requerir un ajuste posológico en estos pacientes.

Las investigaciones “in vitro” establecieron que CYP3A4 es el enzima principal responsable del metabolismo de quetiapina mediado por el citocromo P450.

Se observó que quetiapina y varios de sus metabolitos son inhibidores débiles de las actividades de los citocromos humanos P450 1A2, 2C9, 2C19, 2D6 y 3A4, pero sólo a concentraciones de al menos 10 a 50 veces mayores que las observadas en el rango de dosis efectivo habitual en humanos de 300 a 450 mg/día. En base a estos resultados "in vitro", no es probable que la co-administración de quetiapina con otros fármacos dé como resultado una inhibición clínicamente significativa del metabolismo de otro fármaco mediado por el citocromo P450. A partir de los estudios en animales, parece que quetiapina puede inducir enzimas citocromos P450. Sin embargo, en un estudio específico de interacción en pacientes psicóticos, no se observó aumento en la actividad del citocromo P450 tras la administración de quetiapina.

Niños y adolescentes (de 10 a 17 años de edad): Se tomaron muestras para obtener datos farmacocinéticos en 9 niños de entre 10-12 años de edad y en 12 adolescentes, que estaban en tratamiento estable con 400 mg de quetiapina dos veces al día. En estado estacionario, los niveles plasmáticos con la dosis normalizada del compuesto original, quetiapina, en niños y adolescentes (10-17 años de edad) fueron en general similares a los de los adultos, aunque la Cmax en los niños estuvo en el extremo superior del rango observado en los adultos. El AUC y la Cmax para el metabolito activo, norquetiapina, fueron más altos, aproximadamente el 62% y 49% en niños (10-12 años), respectivamente y el 28% y 14% en adolescentes (13-17 años), respectivamente, en comparación con los adultos

Datos preclínicos sobre seguridad: No hubo evidencia de genotoxicidad en una serie de estudios de genotoxicidad in vitro e in vivo.

Las reacciones adversas no observadas en estudios clínicos, pero sí en animales a un nivel de exposición similar al nivel de exposición clínica y con posible relevancia en el uso clínico fueron las siguientes:

En ratas, se ha observado deposición de pigmento en la glándula tiroides; en monos Cynomolgus, se han observado hipertrofia de las células foliculares del tiroides, un descenso en los niveles T3 plasmáticos, disminución de la concentración de hemoglobina y un descenso en el recuento de glóbulos rojos y blancos y en perros, opacidad de los cristalinos y cataratas.

Teniendo en cuenta estos hallazgos, los beneficios del tratamiento con quetiapina necesitan ser sopesados frente a los riesgos de seguridad para el paciente.

CONTRAINDICACIONES:

Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes de este producto.

Está contraindicada la administración concomitante de inhibidores del citocromo P450 3A4, tales como inhibidores de las proteasas del VIH, agentes antifúngicos de tipo azol, eritromicina, claritromicina y nefazodona.

EMBARAZO Y LACTANCIA:

La seguridad y eficacia de quetiapina en mujeres embarazadas no ha sido aún establecida. Hasta la fecha, no existen indicios de efectos adversos en estudios en animales, aunque no han sido estudiados los posibles efectos sobre los ojos del feto. Por tanto, quetiapina solamente se utilizará durante el embarazo si los beneficios justifican los riesgos potenciales. Tras el empleo de quetiapina durante el embarazo, se observaron síntomas de abstinencia neonatal.

Se desconoce el grado en el que quetiapina se excreta en la leche humana. En consecuencia, se deberá aconsejar a las mujeres que se encuentran en periodo de lactancia que eviten dicha lactancia durante el tratamiento con quetiapina.

Los recién nacidos que han estado expuestos a medicamentos antipsicóticos incluido quetiapina durante el tercer trimestre de embarazo pueden presentar reacciones adversas extrapiramidales y/o síntomas de abstinencia que pueden variar en severidad y duración después del parto, por lo que se aconseja un cuidadoso control. Se han notificado casos de agitación, hipertonía, hipotonía, temblor, somnolencia, dificultad respiratoria y trastornos alimenticios.

Se han publicado notificaciones de excreción de quetiapina en la leche humana, sin embargo el grado en el que quetiapina se excreta en la leche humana no fue consistente.

EFECTOS SOBRE LA CAPACIDAD PARA CONDUCIR Y UTILIZAR MÁQUINAS:

Teniendo en cuenta sus efectos principales sobre el sistema nervioso central, quetiapina puede interferir con actividades que requieran alerta mental. Por tanto, se deberá aconsejar a los pacientes que no conduzcan o utilicen maquinaria hasta que se conozca la susceptibilidad individual.

REACCIONES ADVERSAS:

Las reacciones adversas a fármacos (RAs) más frecuentemente notificadas con quetiapina son somnolencia, mareo, sequedad de boca, astenia leve, estreñimiento, taquicardia, hipotensión ortostática y dispepsia.

Como con otros antipsicóticos, se han asociado al uso de quetiapina aumento de peso, síncope, síndrome neuroléptico maligno, leucopenia, neutropenia y edema periférico.

Las incidencias de las RAs asociadas al tratamiento con quetiapina, se tabulan a continuación según el formato recomendado por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS Grupo de Trabajo III; 1995).

Las frecuencias de los acontecimientos adversos se clasifican de la forma siguiente:

Muy frecuentes (≥1/10), frecuentes (≥1/100, <1/10), poco frecuentes (≥1/1.000, <1/100), raros (≥1/10.000, <1/1.000) y muy raros (<1/10.000), no conocidos (no puede estimarse su frecuencia con los datos disponibles).

Trastornos de la sangre y del sistema linfático:

Muy frecuentes: Descenso de Hemoglobina23

Frecuentes: Leucopenia1, 29, aumento de eosinófilos28,

Poco frecuentes: Trombocitopenia, anemia,

Raras: Agranulocitosis27

Frecuencia no conocida: Neutropenia1

Trastornos del sistema inmunológico:

Poco frecuentes: Hipersensibilidad (incluyendo reacciones cutáneas alérgicas)

Muy raros: Reacción anafiláctica6

Trastornos endocrinos:

Frecuentes: Hiperprolactinemia16, descenso de T4 total25, descenso de T4 libre25, descenso de T3 total25, incremento de TSH25

Poco frecuentes: Descenso de T3 libre25, hipotiroidismo22

Muy raros: Inapropiada secreción de la hormona antidiurética

Trastornos del metabolismo y de la nutrición:

Frecuentes: Aumento del apetito,

Poco frecuentes: Hiponatremia20, diabetes mellitus1,5,6

Raros: Síndrome metabólico30

Trastornos psiquiátricos:

Frecuentes: Sueños anormales y pesadillas, ideación suicida y comportamiento suicida21

Raros: Sonambulismo y reacciones relacionadas tales como habla durante el sueño y trastornos alimentarios relacionados con el sueño

Trastornos del sistema nervioso:

Muy frecuentes: Mareo4, 17, Somnolencia2, 17, Cefalea,

Frecuentes: Disartria, Síntomas extrapiramidales1, 22, Síncope4, 17,

Poco frecuentes: Convulsiones1, Síndrome de piernas inquietas, discinesia tardía 1, 6,

Trastornos oculares:

Frecuentes: visión borrosa

Trastornos cardiacos:

Frecuentes: Taquicardia4, Palpitaciones24

Poco frecuentes: Bradicardia33

Trastornos vasculares:

Frecuentes: Hipotensión ortostática4,17

Raros: Tromboembolismo venoso1

Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos:

Frecuentes: Rinitis, disnea24

Trastornos gastrointestinales:

Muy frecuentes: Sequedad de boca

Frecuentes: Estreñimiento, dispepsia, vómitos26

Poco frecuentes: Disfagia8

Raros: Pancreatitis

Trastornos hepatobiliares:

Raros: Ictericia6, Hepatitis

Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo:

Muy raros: Angioedema6, síndrome de Stevens-Johnson6

No conocidas: Necrólisis epidérmica tóxica, eritema multiforme

Trastornos músculo esqueléticos y tejidos conectivos:

Muy raros: Rabdomiolisis

Embarazo, puerperio y enfermedades perinatales

No conocidas: Síndrome de retirada neonatal

Trastornos del aparato reproductor y de la mama:

Poco frecuentes: Disfunción sexual

Raros: Priapismo, galactorrea, hinchazón de los senos, trastornos menstruales

Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración:

Muy frecuentes: Síndrome de retirada (discontinuación)1, 10

Frecuentes: Astenia leve, edema periférico, irritabilidad, pirexia

Raros: Síndrome neuroléptico maligno1, hipotermia

Investigaciones:

Muy frecuentes: Aumento de los niveles séricos de triglicéridos11,31, aumento del colesterol total (principalmente colesterol LDL)12,31, disminución del colesterol HDL18,31, Aumento de peso9,31

Frecuentes: Aumento sérico de las transaminasas (ALT, AST)3, disminución del recuento de neutrófilos, aumento de glucosa en sangre hasta niveles de hiperglucemia7,31, Aumento de los niveles de gamma-GT,

Poco frecuentes: Disminución del recuento de plaquetas14, Prolongación QT1,13,19

Raras: Aumentos en sangre de la creatina fosfocinasa15

1 Ver advertencias y precauciones especiales de empleo

2 Se puede producir somnolencia, habitualmente durante las dos primeras semanas de tratamiento y generalmente se resuelve con la administración continuada de quetiapina.

3 En algunos pacientes tratados con quetiapina, se han observado aumentos asintomáticos (cambio de normal a > 3X ULN en cualquier momento) en los niveles de transaminasas séricas (ALT, AST) o de gamma-GT. Estas elevaciones fueron por lo general reversibles durante el tratamiento continuado.

4 Como con otros antipsicóticos con actividad bloqueante alfa1 adrenérgica, quetiapina puede inducir frecuentemente hipotensión ortostática, asociada a mareos, taquicardia y, en algunos pacientes, síncope, especialmente durante el periodo inicial de titulación de dosis.

5 Muy raramente se ha comunicado exacerbación de la diabetes preexistente.

6 El cálculo de la frecuencia de estas RAMs se ha realizado solamente a partir de los datos de post-comercialización con la formulación de liberación inmediata de Quetiapina.

7 Glucosa sanguínea en ayuno > 126 mg/dl (≥ 7.0 mmol/L) o glucosa sanguínea en no ayuno > 200 mg/dl (≥ 11.1 mmol/L) en al menos una ocasión.

8 Un aumento en el índice de disfagia con quetiapina frente a placebo sólo se ha observado en ensayos clínicos en depresión bipolar.

9 Se basa en >7% de aumento de peso a partir de la línea base. Ocurre predominantemente durante las primeras semanas del tratamiento.

10 Los siguientes síntomas de retirada han sido observados más frecuentemente en ensayos clínicos agudos con monoterapia placebo-control, en los que se ha evaluado la discontinuación de los síntomas: insomnio, náuseas, dolor de cabeza, diarrea, vómitos, mareos e irritabilidad. La incidencia de estas reacciones disminuye significativamente después de una semana de la retirada.

11 Triglicéridos ≥ 200 mg/dL (≥ 2.258 mmol/L) (pacientes ≥ 18 años) o ≥ 150 mg/dL (≥1.694 mmol/L) (pacientes < 18 años) en al menos una ocasión.

12 Colesterol ≥ 240 mg/dL (≥6.2064 mmol/L) (pacientes ≥ 18 años) o ≥ 200 mg/dL (≥ 5.172 mmol/L) (pacientes < 18 años) en al menos una ocasión. Un aumento en colesterol LDL de ≥ 30 mg/dL (≥ 0.769 mmol/L) ha sido comúnmente muy observado. El principal cambio entre pacientes que sufren este incremento fue 41.7 mg/dL (≥ 1.07 mmol/L).

13 Ver texto a continuación.

14 Plaquetas ≤ 100 x 109/L en al menos una ocasión

15 Basado en los resultados de los efectos adversos de ensayos clínicos de aumentos de creatinina fosfocinasa no asociados al síndrome neuroléptico maligno.

16 Niveles de prolactina (pacientes > 18 años): > 20 µg/L (>869,56 pmol/L) en varones; >30 µg/L (>1304,34 pmol/L) en mujeres en cualquier momento.

17 Podría dar lugar a caídas.

18 Colesterol HDL: <40 mg/dL (1,025 mmol/L) en varones; <50 mg/dL (1,282 mmol/L) en mujeres en cualquier momento.

19 Incidencia de pacientes que presentan un cambio del QTc de <450 mseg a ≥450 mseg con un aumento de ≥30 mseg. En los ensayos con quetiapina, controlados con placebo, el cambio medio y la incidencia de pacientes que presentan un cambio a un nivel clínicamente significativo es similar entre quetiapina y placebo.

20 Cambios de > 132 mmol/L a ≤ 132 mmol/L en al menos una ocasión.

21 Se han notificado casos de ideación suicida y comportamientos suicidas durante el tratamiento con quetiapina o poco después de la interrupción del tratamiento.

22 Ver Propiedades farmacodinámicas

23 Se produjo una disminución de hemoglobina a ≤13 g/dL (8,07 mmol/L) en varones, a ≤12 g/dL (7,45 mmol/L) en mujeres, al menos en una ocasión, en el 11% de los pacientes con quetiapina en todos los ensayos incluidos los períodos de extensión abiertos. Para estos pacientes, la disminución máxima media de hemoglobina en cualquier momento fue de –1,50 g/dL.

24 Estos casos normalmente ocurren en la instauración de taquicardia, mareo, hipotensión ortostática y/o enfermedad cardiaca/respiratoria subyacente.

25 Basados en cambios de valores normales basales a valores clínicos potencialmente importantes en cualquier momento post-basal en todos los estudios. Cambios en T4 total, T4 libre, T3 total y T3 libre se definen como < 0,8 x LLN (pmol/l) y cambio en la TSH es > 5 mUI/L en cualquier momento.

26 Basados en el aumento de la frecuencia de vómitos en pacientes de edad avanzada (≥ 65 años de edad).

27 Los cambios en los neutrófilos pueden variar a lo largo del tratamiento de >=1.5x109/L a valores normales de <0.5 x 109/L

28 Basados en cambios de valores basales normales a valores clínicos potencialmente importantes en cualquier momento post-basal en todos los estudios. Los cambios en los eosinófilos se definió como > 1 x 10^9 células/l en cualquier momento.

29 Basados en cambios desde valores basales normales a valores clínicos potencialmente importantes en cualquier momento post-basal en todos los estudios. Los cambios en las células sanguíneas blancas se definieron como ≤ 3x109 células/l en cualquier momento.

30 Basado en los informes de efectos adversos del síndrome metabólico de todos los ensayos clínicos con quetiapina.

31 En algunos pacientes, se observó en estudios clínicos, empeoramiento de más de uno de los factores metabólicos de peso, glucemia y lípidos.

32 Ver Embarazo y lactancia

33 Puede ocurrir al principio del tratamiento y estar asociado con hipotensión y/o síncope. La frecuencia está basada en la notificación de reacciones adversas de bradicardia y efectos adversos relacionados con quetiapina en todos los ensayos clínicos.

Con el uso de neurolépticos se han comunicado casos de prolongación del intervalo QT, arritmia ventricular, muerte súbita inexplicable, paro cardiaco y torsades de pointes, estos efectos se consideran efectos de clase.

Notificación de sospechas de reacciones adversas:

Comunicar a su médico o farmacéutico cualquier reacción adversa no descrita en el presente inserto.

Es importante notificar sospechas de reacciones adversas al medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación beneficio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas a través del Sistema Peruano de Farmacovigilancia.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y OTRAS FORMAS DE INTERACCIÓN:

Estudios de interacción sólo han sido realizados en adultos.

Interacciones con fármacos de acción central y alcohol: Teniendo en cuenta los efectos principales de quetiapina sobre el sistema nervioso central, quetiapina será empleado con precaución en combinación con otros fármacos de acción central y alcohol.

Fármacos responsables de la prolongación del intervalo QT e inhibidores metabólicos: Debe actuarse con precaución en caso de prescribir quetiapina junto con fármacos que provoquen prolongación del intervalo QT, fármacos causantes de desequilibrios electrolíticos y aquellos fármacos conocidos por ser inhibidores metabólicos (citocromo P450).

El P450 (CYP) 3A4 es el principal enzima responsable del metabolismo de quetiapina mediado por el citocromo P450. En un estudio de interacción con voluntarios sanos, la administración concomitante de quetiapina (dosis de 25 mg) con ketoconazol, un inhibidor de CYP3A4, produjo un aumento de 5 a 8 veces en el AUC de quetiapina. Por esto, está contraindicado el uso concomitante de quetiapina con inhibidores de CYP3A4.

Zumo de pomelo: No se recomienda tomar quetiapina con zumo de pomelo.

Inductores de enzimas hepáticos: En un estudio de dosis múltiple en pacientes para evaluar la farmacocinética de quetiapina administrada antes y durante el tratamiento con carbamazepina (un conocido inductor de enzimas hepáticos), la co-administración de carbamazepina incrementó significativamente el aclaramiento de quetiapina. Este incremento en el aclaramiento redujo, por término medio, la exposición sistémica a quetiapina (determinada mediante el AUC) hasta un 13% en comparación a la exposición durante la administración de quetiapina sola, aunque en algunos pacientes se observó un efecto mayor. Como consecuencia de esta interacción, se pueden producir concentraciones plasmáticas menores, lo que puede afectar a la eficacia del tratamiento con quetiapina.

La co-administración de quetiapina y fenitoína (otro inductor del enzima microsomal) provocó un incremento muy elevado del aclaramiento de quetiapina de aproximadamente el 450%. En pacientes que están siendo tratados con un inductor de enzimas hepáticos, el tratamiento con quetiapina se deberá iniciar solamente si el médico considera que los beneficios de quetiapina superan los riesgos de retirar el inductor de enzimas hepáticos. Es importante que todo cambio en el inductor sea gradual y, si se requiere, sea reemplazado por un no inductor (por ejemplo, valproato de sodio).

Antidepresivos: La farmacocinética de quetiapina no se alteró significativamente por la co-administración de los antidepresivos imipramina (un conocido inhibidor de CYP 2D6) o fluoxetina (un conocido inhibidor de CYP 3A4 y de CYP 2D6).

Antipsicóticos: La farmacocinética de quetiapina no se alteró significativamente por la co-administración de los antipsicóticos risperidona o haloperidol. El uso concomitante de quetiapina y tioridazina provocó un aumento en el aclaramiento de quetiapina de aproximadamente el 70%.

Cimetidina: La farmacocinética de quetiapina no se alteró tras la co-administración con cimetidina.

Litio: La farmacocinética de litio no se alteró con la co-administración de quetiapina.

Valproato: La farmacocinética de valproato de sodio y de quetiapina no se alteró de forma clínicamente relevante cuando se administraron simultáneamente.

En un estudio retrospectivo de niños y adolescentes que recibieron valproato, quetiapina, o ambos, se encontró una mayor incidencia de leucopenia y neutropenia en el grupo de combinación frente a los grupos de monoterapia.

Ha habido notificaciones de resultados falsos positivos en enzimoinmunoensayos para metadona y antidepresivos tricíclicos en pacientes que han tomado quetiapina. Se recomienda la confirmación de los resultados cuestionables de a detección por inmunoensayo mediante una técnica cromatográfica apropiada.

Fármacos cardiovasculares: No se han realizado estudios formales de interacción con fármacos cardiovasculares habitualmente utilizados.

ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES ESPECIALES DE EMPLEO:

• Según estudios post comercialización se ha observado en pacientes ancianos con psicosis relacionada a demencia tratados con antipsicóticos atípicos o convencionales, que existe un mayor riesgo de mortalidad.

• En la actualidad no existe ningún medicamento aprobado para el tratamiento de los signos y síntomas de psicosis en pacientes adultos mayores con demencia.

• Los fármacos antipsicóticos convencionales y atípicos no han sido aprobados para el tratamiento de la psicosis relacionada a demencia en ancianos. Para estos pacientes los profesionales de la salud deben considerar otras opciones de tratamiento.

Dado que quetiapina tiene varias indicaciones, debe considerarse el perfil de seguridad con respecto al diagnóstico individual del paciente y a la dosis administrada.

Niños y adolescentes (10 a 17 años):

Quetiapina no se recomienda para su uso en niños y adolescentes menores de 18 años, debido a ausencia de datos que justifiquen el uso en este grupo de edad. Ensayos clínicos han demostrado que además del perfil de seguridad conocido en adultos, ciertos efectos adversos aparecen con mayor frecuencia en niños y adolescentes comparados con los adultos (aumento de apetito, aumentos en la prolactina sérica, vómitos, rinitis y síncope) o pueden tener diferentes implicaciones en niños y adolescentes (síntomas extrapiramidales) y se ha identificado un nuevo síntoma que no había sido identificado antes en adultos (aumentos en la presión arterial). Cambios en los análisis de la función tiroidea han sido observados en niños y adolescentes.

Además, las implicaciones de un tratamiento con quetiapina a largo plazo en el crecimiento y maduración no han sido estudiadas más allá de las 26 semanas. Las implicaciones a largo plazo en el desarrollo cognitivo y de la conducta no se conocen.

En ensayos clínicos controlados con placebo en pacientes niños y adolescentes, quetiapina ha sido asociada a un incremento de síntomas extrapiramidales (SEP) comparados con placebo en pacientes tratados por esquizofrenia, manía bipolar y depresión bipolar.

Suicidios/pensamientos suicidas o empeoramientos clínicos: La depresión se asocia a un aumento del riesgo de pensamientos de suicidio, autolesiones y suicidio (acontecimientos relacionados con el suicidio). Este riesgo persiste hasta que se produce una remisión significativa. Puesto que la mejoría podría no producirse durante las primeras semanas o más de tratamiento, se debe controlar estrechamente a los pacientes hasta que se produzca tal mejoría. Es común en la práctica clínica que el riesgo de suicidio pueda aumentar en las fases iniciales de la recuperación.

Además los médicos deberían considerar el riesgo potencial de suicidios y eventos relacionados después de un cese brusco del tratamiento de quetiapina, debido a los factores de riesgos conocidos para la enfermedad que se está tratando. Otras condiciones psiquiátricas para las que se prescribe quetiapina también pueden estar asociadas con un incremento del riesgo de suicidios y eventos relacionados. Además, estas condiciones pueden ser co-mórbidas con episodios de depresión mayor. Por tanto, las mismas precauciones que se toman cuando se trata a pacientes con episodios depresivos mayores deben tomarse cuando se traten a pacientes con otras enfermedades psiquiátricas.

Se sabe que los pacientes con antecedentes de acontecimientos relacionados con el suicidio, o los que presentan un grado significativo de ideación suicida antes del comienzo del tratamiento tienen un mayor riesgo de pensamientos suicidas o intentos de suicidio, por lo que deben controlarse cuidadosamente durante el tratamiento. Un meta-análisis de ensayos clínicos controlados con placebo de medicamentos antidepresivos en pacientes adultos con trastornos psiquiátricos mostró un aumento del riesgo de comportamiento suicida con los antidepresivos en comparación con placebo en pacientes menores de 25 años.

El tratamiento farmacológico se debe acompañar de una estrecha supervisión de los pacientes y, en particular de los de alto riesgo, especialmente al inicio del tratamiento y en cambios posteriores de dosis. Los pacientes/y los cuidadores de los pacientes) deben ser alertados sobre la necesidad de vigilar cualquier empeoramiento clínico, comportamientos o pensamientos suicidas y cambios inusuales en el comportamiento y buscar inmediatamente asesoramiento médico si se presentan estos síntomas.

En estudios clínicos, a corto plazo, controlados con placebo de pacientes con episodios depresivos mayores en el trastorno bipolar, se observó un aumento del riesgo de acontecimientos relacionados con el suicidio en pacientes adultos jóvenes (más jóvenes de 25 años de edad) que fueron tratados con quetiapina en comparación con los tratados con placebo (3,0% frente a 0% respectivamente).

Síntomas extrapiramidales: En ensayos clínicos controlados con placebo en pacientes adultos, quetiapina se asoció con un aumento en la incidencia de síntomas extrapiramidales (SEP) en comparación con placebo en pacientes tratados por episodios depresivos mayores en el trastorno bipolar.

El uso de quetiapina se ha asociado con el desarrollo de acatisia, caracterizada por una inquietud subjetivamente desagradable o angustiosa y la necesidad de moverse a menudo acompañada por una incapacidad para sentarse o quedarse quieto. Esto es más probable que ocurra en las primeras semanas de tratamiento. En pacientes que desarrollan estos síntomas, un aumento de la dosis puede ser perjudicial

Cardiovascular: Quetiapina será empleado con precaución en pacientes con enfermedad cardiovascular conocida, enfermedad cerebrovascular u otras condiciones que predispongan a hipotensión. Quetiapina puede inducir hipotensión ortostática, especialmente durante el periodo inicial de titulación de dosis, lo que es más frecuente en pacientes ancianos que en pacientes jóvenes. Si esto ocurre, se debe considerar una reducción de la dosis o una titulación más gradual. Un régimen de titulación podría ser considerado en pacientes con enfermedades cardiovasculares subyacentes.

Tromboembolismo: Se han notificado casos de tromboembolismo venoso (TEV) con medicamentos antipsicóticos. Dado, que los pacientes tratados con medicamentos antipsicóticos presentan frecuentemente factores de riesgo para el TEV, se deben identificar estos factores antes y durante el tratamiento con quetiapina y adoptar medidas preventivas.

Prolongación del intervalo QT: Quetiapina debe ser empleado con precaución en pacientes con historial familiar de prolongación del intervalo QT.

En estudios clínicos y utilizados de acuerdo con la ficha técnica, quetiapina no se asoció a incrementos persistentes del intervalo absoluto QT. Sin embargo, en caso de sobredosis sí se observaron prolongaciones del intervalo QT.

Después de la comercialización, la prolongación del intervalo QT se ha reportado con quetiapina con dosis terapéuticas y en sobredosis.

Al igual que con otros antipsicóticos, debe actuarse con precaución en caso de prescribir quetiapina junto con otros fármacos que pueden incrementar el intervalo QT, especialmente en el caso de ancianos, pacientes con síndrome de QT largo congénito, insuficiencia cardiaca congestiva, hipertrofia cardiaca, hipocalemia e hipomagnesemia.

Pacientes ancianos con psicosis relacionada con demencia: No está aprobada la indicación de quetiapina para el tratamiento de pacientes con psicosis relacionada con demencia.

En estudios randomizados controlados con placebo realizados en poblaciones con demencia en tratamiento con algún antipsicótico atípico, se observó aproximadamente un riesgo 3 veces superior de sufrir reacciones adversas del tipo accidente cerebrovascular. Se desconoce el mecanismo de acción que explique este incremento del riesgo. Tampoco puede excluirse la posibilidad del incremento de dicho riesgo para otros antipsicóticos y otras poblaciones de pacientes. Quetiapina debe utilizarse con precaución en pacientes con factores de riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares.

En un metaanálisis de fármacos antipsicóticos atípicos, se ha descrito los pacientes ancianos con psicosis relacionada con demencia tienen un mayor riesgo de morir comparado con el grupo placebo. Sin embargo, en dos estudios de quetiapina controlados con placebo de 10 semanas, en la misma población de pacientes (n=710; edad media: 83 años; intervalo: 56-99 años) la incidencia de mortalidad en los pacientes tratados con quetiapina fue del 5,5% respecto al 3,2% en el grupo placebo. Los pacientes de estos estudios fallecieron por diferentes causas que resultaron consistentes con las expectativas de vida para esa población. Estos datos no establecen una relación causal entre el tratamiento con quetiapina y la muerte de pacientes ancianos con demencia.

Convulsiones: En ensayos clínicos controlados, no existió diferencia en la incidencia de convulsiones en pacientes tratados con quetiapina o con placebo. Como con otros antipsicóticos, se recomienda precaución cuando se traten pacientes con un historial convulsivo. No se disponen de datos sobre la incidencia de convulsiones en pacientes con historial de enfermedades convulsivas.

Síntomas extrapiramidales: En ensayos clínicos controlados, la incidencia de síntomas extrapiramidales no fue diferente de la de placebo dentro del rango de dosis terapéutico recomendado.

Neutropenia grave: En ensayos clínicos con quetiapina, la neutropenia grave (recuento de neutrófilos < 0,5 x 109/L) se ha comunicado de forma poco frecuente. La mayoría de los casos de neutropenia grave han ocurrido dentro de los dos primeros meses de tratamiento con quetiapina. No existe relación aparente con la dosis. Durante la experiencia post-comercialización, la interrupción del tratamiento con quetiapina ha ido seguida de la resolución de leucopenia y/o neutropenia.

Los posibles factores de riesgo para neutropenia incluyen un bajo recuento preexistente de células de la serie blanca y antecedentes de neutropenia inducida por sustancias. Con un recuento de neutrófilos < 1,0 x 109/L debe interrumpirse el tratamiento con quetiapina. Debe observarse si aparecen signos y síntomas de infección en los pacientes y seguidamente hacer un recuento de neutrófilos (hasta que excedan de 1,5 x 109/L).

Discinesia tardía: Si aparecen signos y síntomas de discinesia tardía, se deberá considerar la reducción de la dosis o la interrupción del tratamiento con quetiapina. Los síntomas de discinesia tardía pueden empeorar o incluso aparecer tras la interrupción del tratamiento.

Somnolencia y mareo: El tratamiento con quetiapina se ha asociado con somnolencia y síntomas relacionados, como sedación. En los ensayos clínicos para el tratamiento de pacientes con depresión bipolar, el comienzo se produce normalmente dentro de los 3 primeros días de tratamiento y es predominantemente de leve a moderado. Pacientes con depresión bipolar que experimenten somnolencia de intensidad grave pueden requerir contacto más frecuente como un mínimo de dos semanas desde el comienzo de la somnolencia, o hasta que los síntomas mejoren y puede ser necesario considerar la interrupción del tratamiento.

El tratamiento con quetiapina se ha relacionado con hipotensión ortostática y mareo asociado que, como la somnolencia, tiene comienzo normalmente durante el período inicial de ajuste de la dosis. Esto podría aumentar la aparición de lesiones accidentales (caídas), especialmente en los pacientes de edad avanzada. Por lo tanto, debe advertirse a los pacientes que actúen con precaución hasta que se familiaricen con los posibles efectos adversos de la medicación.

Síndrome neuroléptico maligno: El síndrome neuroléptico maligno se ha asociado al tratamiento con antipsicóticos, incluyendo quetiapina. Las manifestaciones clínicas incluyen hipertermia, estado mental alterado, rigidez muscular, inestabilidad autonómica y aumento de creatininfosfoquinasa. En tal caso, se interrumpirá la terapia con quetiapina y se administrará el tratamiento médico apropiado.

Interacciones: El uso concomitante de quetiapina con un inductor potente de enzimas hepáticos, tal como carbamazepina o fenitoína, disminuye sustancialmente las concentraciones plasmáticas de quetiapina, lo que puede afectar a la eficacia del tratamiento con quetiapina. En pacientes que están siendo tratados con un inductor de enzimas hepáticos, el tratamiento con quetiapina se deberá iniciar solamente si el médico considera que los beneficios de quetiapina superan los riesgos de retirar el inductor de enzimas hepáticos. Es importante que todo cambio en el inductor sea gradual y, si se requiere, sea reemplazado por un no inductor (por ejemplo, valproato de sodio). Debe evitarse el uso concomitante con fármacos neurolépticos.

Peso: Se ha reportado un aumento de peso en pacientes tratados con quetiapina, y deberían ser monitorizados y dirigido de la forma clínicamente apropiada de acuerdo con las directrices antipsicóticas utilizadas.

Hiperglucemia: Muy raramente, se han comunicado casos de hiperglucemia o exacerbación de la diabetes preexistente durante el tratamiento con quetiapina. Es aconsejable una monitorización clínica apropiada en pacientes diabéticos y en pacientes con factores de riesgo para el desarrollo de diabetes mellitus.

Hiperglucemia y/o desarrollo o exacerbación de la diabetes ocasionalmente asociada con cetoacidosis o coma has sido reportado raramente, incluido algunos casos fatales.

En algunos casos, un aumento anterior de peso se ha reportado el cual puede ser un factor predispuesto.

Pacientes tratados con antipsicóticos, incluida quetiapina, deberían ser observados por las señales y síntomas de hiperglucemia, (como son polidipsia, poliuria, polifagia y debilidad) y pacientes con diabetes mellitus o factores de riesgo de diabetes mellitus deberían ser monitorizados regularmente por si empeora el control de la glucemia. El peso debería ser monitorizado regularmente.

Lípidos: Se han observado en ensayos clínicos con quetiapina aumentos en triglicéridos, LDL y colesterol total, y disminuciones en colesterol HDL. Los cambios en los lípidos deberían ser controlados de forma clínicamente apropiada.

Riesgo metabólico: Debido a las observaciones en cambio de peso, glucosa en sangre (ver hiperglucemia) y lípidos vistos en los ensayos clínicos, los pacientes (incluidos aquellos con valores basales normales) pueden experimentar empeoramiento de su perfil de riesgo metabólico, que deberían ser controlados clínicamente de forma apropiada.

Prolongación del QT: En los ensayos clínicos y cuando se utiliza de acuerdo con la información incluida en la Ficha

Técnica, quetiapina no se asoció a un aumento persistente en los intervalos absolutos de QT. Tras la comercialización, se notificó prolongación del QT con quetiapina a dosis terapéuticas y en caso de sobredosis. Como con otros antipsicóticos, se debe tener precaución cuando se prescriba quetiapina a pacientes con enfermedad cardiovascular o con antecedentes familiares de prolongación del QT. También se debe tener precaución cuando se prescriba quetiapina con medicamentos, que se sabe, aumentan el intervalo QT o con neurolépticos de forma concomitante, especialmente en pacientes de edad avanzada, en pacientes con síndrome congénito de QT largo, insuficiencia cardíaca congestiva, hipertrofia cardíaca, hipopotasemia o hipomagnesemia.

Disfagia: Disfagia ha sido reportada con quetiapina. Quetiapina debería ser utilizada con precaución en pacientes con riesgo de neumonía por aspiración.

Tromboembolismo venoso (TEV): Se han reportado casos de tromboembolismo venoso (TEV) en pacientes tratados con medicamentos antipsicóticos. Como los pacientes tratados con antipsicóticos a menudo presentan factores de riesgo adquirido para TEV, todos los posibles factores de riesgo para VTE deberían ser identificados antes y durante el tratamiento con quetiapina y asumir medidas preventivas.

Pancreatitis: Se han notificado casos de pancreatitis en ensayos clínicos y durante la evaluación post comercialización, sin embargo, no ha sido establecida una relación de causalidad. Entre los informes posteriores a la comercialización, muchos pacientes tenían factores que se sabe están asociados con pancreatitis, tales como aumento de triglicéridos, los cálculos biliares y el consumo de alcohol.

Información adicional: Los datos de quetiapina en combinación con valproato de semisodio o litio en los episodios maníacos moderados a graves son limitados; sin embargo, el tratamiento en combinación fue bien tolerado. Los datos mostraron un efecto aditivo en la semana 3. Un segundo estudio no demostró un efecto aditivo en la semana 6. No se dispone de datos sobre el tratamiento en combinación más allá de la semana 6.

Lactosa: Este medicamento contiene lactosa. Los pacientes con intolerancia hereditaria a galactosa, de insuficiencia de lactasa de Lapp (insuficiencia observada en ciertas poblaciones de Laponia) o problemas de absorción de glucosa o galactosa no deben tomar este medicamento.

Retirada: Se han descrito síntomas agudos de retirada del fármaco tales como náuseas, dolor de cabeza, diarrea, vómitos, e insomnio tras la brusca interrupción del tratamiento con fármacos antipsicóticos incluidos la quetiapina. Se recomienda una retirada gradual del fármaco de al menos una o dos semanas.

Consultar al médico o farmacéutico para cualquier aclaración sobre la utilización del producto.

DOSIS Y VÍAS DE ADMINISTRACIÓN:

Quetiapina se administrará dos veces al día, con o sin alimentos.

Adultos:

Para el tratamiento de la esquizofrenia, la dosis diaria total durante los cuatro primeros días de tratamiento es 50 mg (día 1), 100 mg (día 2), 200 mg (día 3) y 300 mg (día 4).

A partir del cuarto día, la dosis se ajustará a la dosis efectiva usual de 300 a 450 mg/día. Dependiendo de la respuesta clínica y tolerabilidad de cada paciente, la dosis se puede ajustar dentro del rango de 150 a 750 mg/día.

Para el tratamiento de los episodios maníacos asociados al trastorno bipolar, la dosis diaria total durante los cuatro primeros días de tratamiento es 100 mg (día 1), 200 mg (día 2), 300 mg (día 3) y 400 mg (día 4). Los ajustes posológicos posteriores hasta 800 mg/día en el día 6 deben realizarse mediante incrementos no superiores a 200 mg/día.

La dosis puede ajustarse dependiendo de la respuesta clínica y tolerabilidad de cada paciente dentro del rango de 200 a 800 mg/día. La dosis efectiva usual está en el rango de 400 a 800 mg/día.

Ancianos:

Como con otros antipsicóticos y antidepresivos, quetiapina deberá emplearse con precaución en ancianos, especialmente durante el periodo inicial de tratamiento. La velocidad de adecuación de la dosis puede necesitar ser más lenta y la dosis terapéutica diaria menor que la empleada en pacientes más jóvenes, dependiendo de la respuesta clínica y tolerabilidad de cada paciente. El aclaramiento plasmático medio de quetiapina se redujo en un 30%-50% en sujetos ancianos en comparación con pacientes más jóvenes.

Niños y adolescentes:

Quetiapina no debe utilizarse en niños ni adolescentes menores de 18 años, debido a la ausencia de datos que justifiquen el uso en ese grupo de edad.

Alteración renal: No se requiere ajuste posológico en pacientes con alteración renal.

Alteración hepática: Quetiapina se metaboliza extensamente por el hígado. Por tanto, quetiapina se empleará con precaución en pacientes con alteración hepática conocida, especialmente durante el periodo inicial de tratamiento. Los pacientes con alteración hepática conocida deberán iniciar el tratamiento con 25 mg/día. La dosis se aumentará diariamente en incrementos de 25-50 mg/día hasta una dosis efectiva, dependiendo de la respuesta clínica y tolerabilidad de cada paciente.

SOBREDOSIS:

La experiencia obtenida en ensayos clínicos con quetiapina en sobredosificación es limitada. Se han tomado dosis estimadas de quetiapina de hasta 20 g, sin desenlaces mortales. Los pacientes se recuperaron sin secuelas. En la experiencia post-comercialización, se han producido notificaciones muy raras de sobredosis sólo con quetiapina que causaron fallecimiento o coma, o prolongación de QT.

En general, los signos y síntomas comunicados fueron resultado de la exacerbación de los efectos farmacológicos conocidos del fármaco, es decir, adormecimiento y sedación, taquicardia e hipotensión.

No existe antídoto específico para quetiapina. En casos de signos graves, se deberá considerar la posible implicación de varios fármacos, recomendándose procedimientos de cuidados intensivos incluyendo el establecimiento y mantenimiento de una vía aérea abierta que asegure la oxigenación y ventilación adecuadas y la monitorización y apoyo del sistema cardiovascular. Ya que no se ha investigado la prevención de la absorción en la sobredosis, se deberá considerar el lavado gástrico (tras la intubación, si el paciente está inconsciente) y la administración de carbón activado junto a un laxante.

En casos de sobredosis de quetiapina, se deberá tratar la hipotensión refractaria con medidas adecuadas tales como fluidos intravenosos y/o agentes simpaticomiméticos. Se deben evitar la epinefrina y la dopamina, ya que la estimulación beta puede empeorar la hipotensión debido al bloqueo alfa inducido por la quetiapina.

Se deberá mantener una estrecha supervisión y monitorización médica hasta la recuperación del paciente.

En ensayos clínicos se han comunicado resultados fatales tras una sobredosis aguda de 13.6 g, y en postcomercialización a dosis tan bajas como 6 g de quetiapina sola. Sin embargo, también se ha comunicado supervivencia tras una sobredosis aguda de hasta 30 g. En la experiencia post-comercialización, se han producido notificaciones muy raras de sobredosis sólo con quetiapina que causaron fallecimiento o coma.

Además, se han notificado los siguientes casos en el contexto de sobredosis en monoterapia de quetiapina: prolongación QT, convulsiones, estado epiléptico, rabdomiolisis, depresión respiratoria, retención urinaria, confusión, delirio y/o agitación.

Los pacientes con enfermedad cardiovascular grave previa pueden tener un mayor riesgo de sufrir los efectos de una sobredosis.

CONDICIONES DE ALMACENAMIENTO:

Almacénese a temperatura no mayor de 25 °C, protegido de la luz.

Fabricado por:

SUN PHARMACEUTICAL IND. LTD. – INDIA.


PERIODO DE VALIDEZ:

2 años, No utilizar después de la fecha de expiración