Esta página emplea tanto cookies propias como de terceros para recopilar información estadística de su navegación por internet y mostrarle publicidad y/o información relacionada con sus gustos. Al navegar por este sitio web usted comprende que accede al empleo de estas cookies.

PLM-Logos
Bandera Perú

METFORTABS 500 MG Tabletas
Marca

METFORTABS 500 MG

Sustancias

METFORMINA

Forma Farmacéutica y Formulación

Tabletas

Presentación

1 Caja, Blíster, 50 Tabletas recubiertas, 500 mg

COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA:

Cada TABLETA contiene:

Metformina clorhidrato 500 mg

Excipientes: Povidona, almidón glicolato de sodio, celulosa microcristalina, estearato de magnesio, lactosa.

Un producto de:

SHERFARMA S.A.C.

Jr. Alfred Rosenblat Nº 145 Urb. Huertos de San Antonio-Santiago de Surco, Lima – Perú

Telef.: 344-4099

www.sherfarma.com info@sherfarma.com

INDICACIONES TERAPÉUTICAS:

Se indica Metformina para el tratamiento de pacientes con diabetes no insulino-dependiente (DMNID) tipo II y, particularmente, en pacientes obesos cuyos tratamientos alimenticios adecuados hayan fallado.

Se puede administrar METFORTABS® 500 mg Tabletas en monoterapia como terapia inicial así como en terapia combinada con sulfonilureas una vez se haya realizado una cuidadosa evaluación de las contraindicaciones.

PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS:

Propiedades farmacodinámicas:

La metformina es un agente oral antihiperglucémico que pertenece al grupo de las biguanidas (código ATC A10B A02) que reduce los niveles elevados de glucosa en sangre sólo en pacientes con diabetes no insulino-dependiente (DMNID). Sin embargo, éste no aumenta la secreción de insulina y no causa hipoglucemia o aumento de peso. Su modo de acción es multifactorial y aún no ha sido entendido completamente. Sin embargo, el aumento de la captación de glucosa en los tejidos periféricos puede influir en la utilización de glucosa. Además, entre los efectos de la metformina se incluyen: la reducción de la gluconeogénesis hepática y la absorción intestinal retardada de glucosa, lo cual podría explicar el efecto reductor de glucosa en sangre. La eficacia de la metformina depende de una concentración mínima de insulina. Cabe la posibilidad de una ligera influencia en la secreción de insulina ejercida por la metformina, sin embargo, es probable que no sea clínicamente relevante. Al parecer, la metformina potencia la acción de la insulina al mejorar la unión a sus receptores y al facilitar los pasos en las vías post-receptoras de acción de la insulina. Además del efecto reductor de la glucosa, la metformina reduce el nivel de triglicéridos en suero y posee propiedades antitrombóticas.

Propiedades farmacocinéticas:

Tras su administración oral, el tracto gastrointestinal no absorbe completamente la metformina. La biodisponibilidad oral de la dosis habitual oscila entre el 50 - 60%. La concentración plasmática máxima se alcanza después de 2 horas aproximadamente. La absorción gastrointestinal se completa dentro de las 6 horas después de la ingestión. El volumen de distribución se encuentra entre 63 y 276 litros. La metformina es rápidamente distribuida pero se torna lenta cuando se transfiere a los compartimientos profundos. La metformina no se une a las proteínas plasmáticas pero se acumula en las glándulas salivales, duodeno, riñones e hígado. No se han identificado metabolitos o conjugados de metformina. La metformina se elimina por completo mediante excreción renal y su vida media de eliminación plasmática oscila entre las 1.5 y 4.5 horas. También se ha observado una fase de eliminación terminal cuantitativamente menor, probablemente fuera del compartimento profundo, con una vida media más larga que oscila entre las 8.9 y 19 horas. La depuración renal de la metformina fluctúa entre los 350 y 550 ml/min y se correlaciona con la depuración de la creatinina, lo que indica que la metformina se excreta mediante secreción tubular activa. Existe la probabilidad que los pacientes con insuficiencia renal presenten acumulación de metformina.

Datos preclínicos sobre seguridad:

Toxicidad aguda:

Se llevó a cabo una investigación de los casos de toxicidad aguda observados después de haberse empleado diferentes vías de administración realizada en diferentes animales. Los datos obtenidos indican que los valores de toxicidad más elevados para clorhidrato de metformina se obtuvieron después de la administración subcutánea realizada en conejillos de indias y conejos (LD50 = 150 mg/kg) y administración intravenosa a ratones (LD50 = 180 mg/kg). La toxicidad de clorhidrato de metformina después de su ingestión oral parece ser bastante más baja, siendo los conejos y conejillos de indias (LD50 = 350 y 500 mg/kg respectivamente) más sensible que los ratones o ratas (LD50 = 1450 mg/kg y 1000 mg respectivamente). Por lo tanto, en diversas especies de animales estudiadas y después de emplear diferentes vías de administración, los valores de LD50 son considerablemente más altos que el intervalo de dosis terapéutica en humanos (máximo: 40 mg/kg/día aproximadamente). Los datos obtenidos indican un bajo potencial de toxicidad aguda.

Toxicidad crónica: Los estudios realizados empleando una administración repetida de metformina en ratas (hasta 18 meses), perros (hasta 18 meses) y monos (hasta 2 años) no mostraron efectos tóxicos específicos.

Efectos mutagénicos y carcinogénicos: Las pruebas bacteriológicas de mutagenicidad para metformina resultaron negativas, sin embargo, se observaron alteraciones cromosómicas en células de mamífero in vitro. La relevancia de estos efectos aún no se conoce con total claridad. Los estudios a largo plazo en animales no detectaron ninguna propiedad oncogénica de la metformina.

Toxicidad en reproducción: No se encontraron propiedades teratogénicas de la metformina en ratas. Se estimó que el nivel sin efecto adverso observable (NOAEL, por sus siglas en inglés) para metformina en ratas es igual a 300 mg/kg/día para embriotoxicidad y reproducción femenina mientras que para la fertilidad masculina el valor es de hasta un 600 mg/kg/día. No se observaron efectos teratogénicos en conejos a los que se administró dosis de hasta 140 mg/kg/día (p.o.). En ratas, las dosis administradas de hasta 600 mg/kg/día, por vía oral, antes y después del nacimiento no mostraron efectos.

CONTRAINDICACIONES:

Este medicamento se encuentra contraindicado en los siguientes casos:

• Si la terapia con sulfonilureas falló totalmente en pacientes con diabetes no insulinodependiente (DMNID) tipo II.

• Casos de precoma, coma.

• Hipersensibilidad a la metformina o cualquiera de sus excipientes.

• Enfermedad hepática crónica o insuficiencia hepática.

• Insuficiencia cardiovascular severa.

• Cualquier enfermedad aguda o crónica que pueda causar hipoxia en el tejido (ejm.: insuficiencia cardiaca o respiratoria, infarto de miocardio reciente, shock).

• Enfermedad vascular periférica severa.

• Problemas médicos agudos que pueden potencialmente alterar la función renal (ejm.: infecciones con fiebre, pancreatitis o trauma).

• Deshidratación, shock.

• Antecedentes de o problemas médicos asociados a la acidosis láctica tales como shock o insuficiencia pulmonar, alcoholismo (agudo o crónico), intoxicación aguda por alcohol.

• Dieta reducida (< 1000 kcal o 4200kJ por día).

• Insuficiencia renal grave (TFGe inferior a 30 mL/min/1.73 m2).

• Acidosis metabólica, incluida la cetoacidosis diabética.

REACCIONES ADVERSAS:

Los valores que se muestran a continuación se utilizaron para la clasificación de frecuencia: Muy frecuentes: ≥1/10, frecuentes: ≥1/100 y <1/10, poco frecuentes: ≥1/1000 y <1/100, raras: ≥1/10000 y <1/1000, muy raras: <1/1000, frecuencia no conocida: (no se puede estimar según los datos disponibles).

No existen estudios clínicos modernos disponibles que puedan utilizarse para determinar la frecuencia de las reacciones adversas.

Al inicio del tratamiento con metformina, entre el 5 - 20% de los pacientes presenta trastornos gastrointestinales. Estos efectos son generalmente de menor importancia por lo que no requieren descontinuar el tratamiento con metformina. La frecuencia y severidad puede verse notablemente reducida al iniciar con una dosis baja y aumentarla gradualmente o al administrar metformina con o después de las comidas.

Alrededor del 5% de todos los pacientes no toleran el tratamiento con metformina. Los trastornos gastrointestinales persistentes ameritan el término de la terapia con metformina.

Trastornos del sistema nervioso: Frecuentes: Trastornos en el sentido del gusto.

Trastornos del sistema inmune: Muy raros: Hipersensibilidad (incluyendo reacciones de hipersensibilidad en la piel).

Trastornos del metabolismo y nutrición: Muy raros: Anemia megaloblástica por disminución de la absorción de la vitamina B12 o ácido fólico (ver Precauciones y advertencias especiales).

Ácidosis láctica (entre síntomas se incluyen: trastornos gastrointestinales, dolores musculares, espasmos musculares, fatiga, disnea, hipertermia, hiperventilación, disminución del pH de la sangre, aumento de valor lactato, obnubilación de la conciencia y coma).

Ante la sospecha de acidosis láctica, suspender inmediatamente la terapia con metformina y tratar al paciente lo más pronto posible en la emergencia de un hospital.

Trastornos gastrointestinales: Muy frecuentes: Náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, anorexia, pérdida del apetito y sabor metálico. Estos efectos no deseados ocurren con mayor frecuencia al inicio de la terapia y se resuelven de manera espontánea en la mayoría de los casos. Se recomienda tomar 2 a 3 dosis diarias de metformina durante o después de las comidas para prevenir dichos efectos. Un aumento lento de la dosis también puede mejorar la tolerabilidad gastrointestinal.

Trastornos hepatobiliares: Raros: Prueba de función hepática anormal, hepatitis que se resuelve al descontinuar la metformina.

Trastornos de la piel y los tejidos subcutáneos: Muy raros: Eritema, prurito, urticaria.

Niños y adolescentes: En datos publicados y posteriores a la comercialización así como en estudios clínicos controlados llevados a cabo en una población pediátrica limitada, entre 10 a 16 años de edad y tratada durante 1 año, los eventos adversos reportados tuvieron una naturaleza y severidad similar a la reportada en adultos.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y OTRAS INTERACCIONES:

Alcohol:

• Se sabe que el alcohol potencia el efecto de Metformina sobre el metabolismo del lactato. Advertir a los pacientes respecto a la ingesta excesiva de alcohol mientras reciben METFORTABS®.

Durante el tratamiento con METFORTABS® 500 mg Tabletas, evitar estrictamente el alcohol. La intoxicación aguda con alcohol puede aumentar el efecto hipoglucemiante y producir un aumento en el riesgo de acidosis láctica, en especial en casos de ayuno y desnutrición.

• Insuficiencia hepática.

Evitar el consumo de alcohol o medicamentos que contienen alcohol.

Medicamentos que reducen la depuración de metformina:

Los fármacos que se eliminan por secreción tubular renal (por ejemplo, fármacos catiónicos tales como cimetidina) tienen el potencial de interacción con Metformina compitiendo por sistemas comunes de transporte tubular renal y pueden aumentar la acumulación de Metformina y el riesgo de acidosis láctica. Considere una monitorización más frecuente de estos pacientes.

Inhibidores de la anhidrasa carbónica:

El topiramato u otros inhibidores de la anhidrasa carbónica (por ejemplo, zonisamida, acetazolamida o diclorfenamida) causan con frecuencia una disminución del bicarbonato en suero e induce un gap no aniónico, acidosis metabólica hiperclorémica. El uso concomitante de estos fármacos con METFORTBAS® puede aumentar el riesgo de acidosis láctica. Considere una monitorización más frecuente de estos pacientes.

Agentes de contraste yodados:

La administración intravascular de agentes de contraste yodados puede producir insuficiencia renal la cual puede conllevar a la acumulación de metformina así como a un mayor riesgo de acidosis láctica.

La metformina debe suspenderse antes o al momento de realizar la prueba y no reanudarse hasta después de las 48 horas y sólo después que la función renal haya sido evaluada nuevamente y se obtenga un resultado normal (ver Precauciones y advertencias especiales).

Combinaciones que requieren de precauciones de uso :

En casos de administración concomitante con medicamentos para la misma indicación, es posible observar un aumento en el efecto antihiperglucémico de la metformina. Entre dichos medicamentos se tiene:

• Insulina.

• Medicamentos antidiabéticos orales (tipo sulfonilurea y acarbosa).

También es posible observar un aumento del efecto antihiperglucémico de la metformina al administrar concomitantemente medicamentos para otras indicaciones que poseen efectos antihiperglucémico propios como los que se mencionan a continuación:

• Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), por ejemplo: salicilatos o pirazolonas.

• Inhibidores MAO.

• Oxitetraciclina.

• Inhibidores de la ECA.

• Derivados del clofibrato.

• Ciclofosfamida y sus derivados.

La combinación de metformina con los fármacos antes mencionados puede inducir a la hipoglucemia.

Además, durante una terapia permanente, los fármacos beta-bloqueadores y anti simpaticomiméticos, como la clonidina, reserpina o guanetidina, podrían disminuir los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, un hecho que resulta particularmente relevante es la acción reductora que ejerce sobre la contra regulación hormonal y neural durante la hiperglucemia, que a su vez también perjudica la percepción subjetiva de los síntomas de advertencia para hipoglucemia.

Al administrar metformina en combinación con uno de los fármacos que se mencionan a continuación, se puede observar una disminución del efecto antihiperglicémico de la misma:

• Glucocorticoides (vía sistémica o local).

• Combinaciones de progestágenos y estrógenos.

• Adrenalina y otros simpaticomiméticos.

• Glucagón.

• Hormonas tiroideas.

• Tiazidas y diuréticos de asa. Los diuréticos, especialmente los diuréticos de asa, pueden aumentar el riesgo de acidosis láctica debido su potencial para disminuir la función renal.

• Diazoxida.

• Fenotiazinas.

• Derivados del ácido nicotínico.

Podría ser necesario monitorear la glucosa en sangre con más frecuencia, sobre todo al iniciar el tratamiento. Si es necesario, regular la dosis de Metformina durante la terapia con los medicamentos indicados.

• Goma guar: La disminución de la absorción de metformina podría conllevar a una atenuación de los efectos de la metformina.

• Cimetidina: Sustancias que retrasan la eliminación de la metformina (por ejemplo: cimetidina) pueden aumentar el riesgo de acidosis láctica.

• Fenprocumón: La eliminación de fenprocumón y otras cumarinas puede verse acelerada durante el tratamiento con metformina. Por tanto, el efecto inhibidor para la coagulación de la sangre puede disminuir y puede que se necesiten controles de coagulación de la sangre con mayor frecuencia.

Agentes de contraste yodados:

La administración intravascular de agentes de contraste yodados puede producir una insuficiencia renal que resulte en la acumulación de metformina así como un mayor riesgo de acidosis láctica.

La metformina debe suspenderse antes o al momento de realizarse el procedimiento y no debe ser reanudada hasta después de las 48 horas y sólo después de que la función renal haya sido evaluada nuevamente y se obtenga un resultado normal.

Puntos a tomar en consideración: Durante el tratamiento de mantenimiento, el inicio o término de cualquier otra terapia adicional puede alterar el control de la diabetes.

PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS ESPECIALES:

Acidosis láctica:

La acidosis láctica es una complicación metabólica rara pero grave (presenta una alta tasa de mortalidad en la ausencia de un tratamiento pronto) que puede ocurrir debido a la acumulación de metformina.

Se han reportado casos de acidosis láctica durante la post comercialización, asociada a Metformina, incluyendo casos fatales. Estos casos tuvieron un inicio sutil y se acompañaron de síntomas inespecíficos como malestar, mialgias, dolor abdominal, dificultad respiratoria o aumento de la somnolencia. Sin embargo, se han producido casos de hipotermia, hipotensión y bradiarritmias resistentes con acidosis grave. La acidosis láctica asociada a la Metformina se caracterizó por concentraciones elevadas de lactato en sangre (superior a 5 mmol/l), acidosis por anión gap (sin evidencia de cetonuria o cetonemia) y un aumento de la relación lactato/piruvato; niveles plasmáticos de Metformina generalmente superiores a 5 mcg/ml. La Metformina disminuye la absorción hepática de lactato aumentando los niveles sanguíneos de lactato, lo que puede aumentar el riesgo de acidosis láctica, especialmente en pacientes con riesgo.

Los casos reportados de acidosis láctica en pacientes tratados con metformina se produjeron principalmente en pacientes diabéticos con insuficiencia renal significativa. La incidencia de acidosis láctica puede y debe reducirse al evaluar también otros factores de riesgo asociados como la diabetes mal controlada, cetosis, ayuno prolongado, ingesta excesiva de alcohol, insuficiencia hepática y cualquier condición asociada a la hipoxia.

Diagnóstico:

Se debe tomar en consideración el riesgo de acidosis láctica en caso se observara síntomas no específicos como calambres musculares con trastornos digestivos (ejm.: dolor abdominal y astenia severa). La acidosis láctica se caracteriza por presentar disnea acidótica, dolor abdominal e hipotermia seguidos por un coma. Hallazgos realizados en el laboratorio de diagnóstico muestran una disminución del pH sanguíneo, niveles plasmáticos de lactato por encima de los 5 mmol/l así como una brecha aniónica y una relación lactato/piruvato mayor.

Si se sospecha de acidosis láctica asociada a Metformina, se deben instituir medidas generales de apoyo en un entorno hospitalario, junto con la interrupción inmediata de METFORTABS®. En los pacientes tratados con METFORTABS® con diagnóstico o fuerte sospecha de acidosis láctica, se recomienda una hemodiálisis rápida para corregir la acidosis y eliminar la Metformina acumulada (clorhidrato de Metformina es dializable con un aclaramiento de hasta 170 mL/min en buenas condiciones hemodinámicas). La hemodiálisis a menudo ha dado como resultado la reversión de los síntomas y la recuperación.

En pacientes con insuficiencia hepática, la depuración del lactato puede verse restringida.

Los posibles riesgos para acidosis láctica y acumulación se determinan dependiendo de la función renal. Por lo tanto, la terapia con metformina requiere que el paciente tenga una función renal normal la cual debe supervisarse continuamente, en especial en pacientes de edad avanzada.

En los pacientes de edad avanzada (mayores a 65 años aproximadamente), el metabolismo se encuentra reducido y, por lo tanto, se debe realizar una evaluación del riesgo/beneficio del tratamiento.

Educar a los pacientes y sus familias sobre los síntomas de la acidosis láctica y si estos síntomas ocurren, instruirlos a suspender METFORTABS® y reportar estos síntomas a un profesional de la salud.

Estados hipóxicos:

Varios casos de acidosis láctica en la fase post-comercialización asociada a la Metformina ocurrieron en el contexto de insuficiencia cardiaca congestiva aguda (particularmente cuando se acompañaba de hipoperfusión e hipoxemia). El colapso cardiovascular (shock), infarto agudo de miocardio, sepsis y otras condiciones asociadas con hipoxemia se ha asociado con acidosis láctica y también pueden causar azotemia prerrenal. Cuando ocurran tales eventos, discontinúe METFORTABS®.

Cirugía y otros procedimientos:

La restricción de alimentos y líquidos durante los procedimientos quirúrgicos o de otro tipo puede aumentar el riesgo de agotamiento de volumen, hipotensión e insuficiencia renal. METFORTABS® debe interrumpirse temporalmente mientras los pacientes tienen restricción de alimentos y de ingesta de líquidos.

Así también, normalmente esta terapia no debe reanudarse antes de las 48 horas y sólo después que la función renal haya sido evaluada nuevamente y se obtenga un resultado normal.

Función renal:

Dado que la metformina se excreta por vía renal, se debe determinar la depuración de creatinina antes de iniciar el tratamiento y a intervalos regulares posteriormente. Esto puede ser estimado a partir de los niveles de creatinina sérica utilizando la fórmula de Cockcroft-Gault. A continuación, se indican los posibles intervalos para la determinación:

• Anualmente en pacientes con función renal normal (como mínimo).

• Dos a cuatro veces al año en pacientes con un nivel de depuración de creatinina inferior al límite normal así como pacientes de edad avanzada (como mínimo).

La función renal disminuida en pacientes de edad avanzada es frecuente y asintomática. Se debe tener especial cuidado en situaciones donde la función renal puede estar alterada sin presentar ningún síntoma, como por ejemplo: al iniciar una terapia antihipertensiva, terapia diurética o cuando se inicia una terapia con fármacos antiinflamatorios no esteroideos.

Insuficiencia renal:

Los casos de acidosis láctica asociados a Metformina durante la fase post-comercialización se produjeron principalmente en pacientes con insuficiencia renal significativa. El riesgo de acumulación de Metformina y de acidosis láctica asociada a Metformina aumenta con la gravedad de la insuficiencia renal debido a que la Metformina es sustancialmente excretada por el riñón.

• Antes de iniciar METFORTABS®, obtenga un TFGe.

• METFORTABS® está contraindicado en pacientes con un TFGe inferior a 30 mL/min/1.73 m2. La iniciación de METFORTABS® no se recomienda en pacientes con TFGe entre 30-45 mL/min/1.73 m2.

• Obtener la TFGe al menos una vez al año en todos los pacientes que toman METFORTABS®. En los pacientes con mayor riesgo de desarrollar insuficiencia renal (por ejemplo, los ancianos), la función renal debe evaluarse con mayor frecuencia.

• En pacientes que se encuentran tomando METFORTABS®, cuyo TFGe desciende por debajo de 45 mL/min/1.73 m2, se debe evaluar el beneficio y el riesgo de continuar con la terapia.

Deterioro hepático:

En pacientes con insuficiencia hepática se han desarrollado casos de acidosis láctica asociada a Metformina. Esto puede deberse a un deterioro del aclaramiento del lactato que resulta en altos niveles sanguíneos de lactato. Por lo tanto, evite el uso METFORTABS® en pacientes con evidencia clínica o de laboratorio de enfermedad hepática.

Estudios radiológicos con contraste:

La administración intravascular de agentes de contraste yodados en pacientes tratados con Metformina ha conducido a una disminución aguda de la función renal y a la aparición de acidosis láctica. Detener METFORTABS® en el momento o antes de un procedimiento con contraste iodado, en pacientes con un TFGe entre 30 y 60 mL/min/1.73 m2. En pacientes con antecedentes de insuficiencia hepática, alcoholismo, insuficiencia cardiaca o en pacientes a los que se administrará contraste iodado intra-arterial, reevalúe la TFGe 48 horas después del procedimiento de imagen y reinicie METFORTABS® si la función renal es estable.

Interacciones con medicamentos:

El uso concomitante de METFORTABS® con determinados medicamentos puede aumentar el riesgo de acidosis láctica asociada a Metformina: aquellos que deterioran la función renal, producen cambios hemodinámicos significativos, interfieren con el equilibrio ácido-base o aumentan la acumulación de Metformina (por ejemplo, fármacos catiónicos). Por lo tanto, se debe considerar una monitorización más frecuente de los pacientes.

Consumo excesivo de alcohol:

El alcohol potencia el efecto de Metformina sobre el metabolismo del lactato y esto puede aumentar el riesgo de acidosis láctica asociada a Metformina. Se debe advertir a los pacientes contra el consumo excesivo de alcohol, mientras reciben METFORTABS® .

Niños y adolescentes:

Confirmar el diagnóstico de la diabetes mellitus tipo 2 antes de iniciar el tratamiento con metformina. En estudios clínicos controlados de un año de duración, no se ha detectado ningún efecto de metformina sobre la pubertad, sin embargo, no hay datos a largo plazo disponibles sobre estos temas específicos. Por ello, se recomienda realizar un seguimiento minucioso del efecto de la metformina sobre estos parámetros en niños tratados con metformina, especialmente los niños pre-púberes.

Pacientes con 65 años o más:

El riesgo de acidosis láctica asociada a Metformina aumenta con la edad del paciente, ya que los pacientes ancianos tienen una mayor probabilidad de padecer insuficiencia hepática o renal o cardiaca que los pacientes más jóvenes. Evaluar la función renal con mayor frecuencia en pacientes de edad avanzada.

Otras precauciones:

Durante la terapia concomitante con sulfonilureas o insulina, controlar los niveles de glucosa en sangre ya que la terapia combinada puede causar hipoglucemia.

Hasta que se haya obtenido la proporción correcta de los dos fármacos, la estabilización entre la metformina e insulina administrada a pacientes diabéticos debe ser realizada en un hospital.

Todos los pacientes deben continuar su dieta con una distribución regular en la ingesta de carbohidratos durante el día. Los pacientes con sobrepeso deben continuar con su dieta restringida en calorías.

Los pacientes que reciben una terapia continua con metformina deben someterse a una estimación de niveles de vitamina B12 anual dado que los resultados que indican una disminución en cuanto a vitamina B12 o absorción de ácido fólico podrían causar una anemia megaloblástica. Si es necesario, se debe administrar vitamina B12 en forma parenteral.

Determinar los niveles de creatinina en suero antes y cuatro semanas después de haberse iniciado la terapia con metformina. A menos que se requieran antes debido a trastornos intercurrentes, realizar mediciones periódicas una o dos veces al año. En pacientes de edad avanzada, los valores de creatinina sérica a menudo no son significativos. Por lo tanto, se debe evaluar la depuración de creatinina antes de iniciar la terapia con metformina.

Advertencias sobre excipientes:

Este medicamento contiene lactosa. Los pacientes con intolerancia hereditaria a galactosa, insuficiencia de lactasa de Lapp (insuficiencia observada en ciertas poblaciones de Laponia) o malabsorción de glucosa o galactosa no deben tomar este medicamento.

Administración durante el embarazo y lactancia:

Embarazo: La diabetes no controlada (gestacional o permanente) durante el embarazo está asociada a un mayor riesgo de anomalías congénitas y mortalidad perinatal.

La administración de METFORTABS® 500 mg Tabletas está contraindicada durante el embarazo.

Durante el embarazo o cuando se desea un embarazo, el tratamiento de la diabetes mellitus debe regularse usando insulina. Estudios realizados en animales no mostraron efectos específicos con respecto a la reproducción y fertilidad. No se pudo obtener experiencias suficientes sobre metformina usada en humanos durante el embarazo.

Uso durante la lactancia: Evitar el uso de METFORTABS® 500 mg Tabletas en mujeres lactantes. La metformina se excreta en la leche materna humana. No se observaron efectos adversos en recién nacido y/o niños lactantes. Sin embargo, debido a que los datos disponibles son limitados, no se recomienda la lactancia materna durante el tratamiento con metformina. La decisión sobre si se debe interrumpir la lactancia debe estar basada en el beneficio de la lactancia materna así como en el potencial riesgo de efectos adversos en el niño.

Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas: Si se utiliza como monoterapia, la metformina no provoca hipoglucemia ni ejerce influencia en la capacidad para conducir o manejar maquinaria. En los casos de terapia combinada con sulfonilureas u otros fármacos (insulina o meglitinidas), con efectos de disminución de glucosa en sangre puede ocurrir casos de hipoglucemia y, por ello, tales combinaciones pueden producir efectos adversos leves o moderados. Los pacientes sometidos a terapia combinada deben ser advertidos sobre los posibles efectos adversos de la hipoglucemia.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:

Posología:

Adultos y niños mayores a 12 años: Inicialmente, administrar 500 mg cada 8 horas o 850 mg cada 12 horas, con o después de las comida. Unos días después puede lograrse el control de la diabetes; sin embargo, obtener el efecto total puede demorar hasta 2 semanas. Si no se ha alcanzado el control total, con mucho cuidado, se puede incrementar la dosis hasta los 2 g y un máximo de 3 g diarios. Una vez se haya logrado un control adecuado, se puede reducir la dosis.

Niños menores a 12 años: No se recomienda el uso de este medicamento en esta población.

Pacientes de edad avanzada: Usar metformina con precaución en pacientes de edad avanzada cuya función renal pueda verse reducida.

En caso de descompensación metabólica: La dosis de metformina puede reducirse en caso de descompensación metabólica. Si sólo se administran dosis diarias pequeñas, se puede intentar omitir una dosis de metformina. Esta información es muy importante al tratar pacientes de edad avanzada a fin de reducir el riesgo de acidosis láctica.

Información adicional sobre la dosificación:

Combinación con sulfonilureas: Si la monoterapia con Metformina no produce una respuesta satisfactoria, METFORTABS® 500 mg Tabletas pueden usarse en combinación con sulfonilureas. Sin embargo, se debe tomar en consideración que la metformina y sulfonilureas tienen un modo de acción diferente y, por lo tanto, cualquier efecto aditivo o de potenciación de estos fármacos podría causar un shock hipoglucémico.

Sustitución con sulfonilureas: METFORTABS® 500 mg Tabletas puede ser usada en vez de sulfonilureas en pacientes a quienes se administró sulfonilureas con anterioridad.

Recomendaciones para su uso en la insuficiencia renal:

• Evaluar la función renal antes de iniciar METFORTABS® y periódicamente después, mediante la medición de la tasa de filtración glomerular estimada (TFGe).

• METFORTABS® está contraindicado en pacientes con una (TFGe) por debajo de 30 mL/min/1.73 m2.

Descontinuación para procedimientos de imagen con contraste yodado

• Suspender METFORTABS® en el momento o antes de un procedimiento de contraste iodado en pacientes con un TFGe entre 30 y 60 mL/min/1.73 m2, en pacientes con antecedentes de enfermedad hepática alcoholismo o insuficiencia cardíaca; o en pacientes a los que se administra contraste iodado intra-arterial. Reevaluar la TFGe 48 horas después del procedimiento de obtención de imágenes; y reinicie METFORTABS® si la función renal es estable.


SOBREDOSIS Y TRATAMIENTO:

Experiencia en humanos:

La intoxicación con metformina no conlleva a la hipoglucemia, incluso en dosis de hasta 85 g; sin embargo, se puede desarrollar acidosis láctica en tales circunstancias. La hipoglucemia puede ocurrir cuando la metformina se administra de forma concomitante con sulfonilureas, alcohol o insulina.

Manejo de sobredosis en humanos:

En caso de sobredosis de metformina, por ejemplo, en casos de intento de suicidio o si se observa indicios de acidosis láctica, los pacientes deben ser llevados de emergencia al hospital. El diagnóstico de la acidosis láctica debe confirmarse mediante la determinación de las concentraciones de lactato y metformina. La hemodiálisis es la medida más eficaz para eliminar tanto el lactato como la metformina. El tratamiento sintomático incluye la estabilización circulatoria, compensación de la acidosis y eliminación de la hipoxia. La concentración de metformina en los eritrocitos es un buen indicador de acumulación y se puede utilizar para decidir si se debe repetir la hemodiálisis.

CONDICIONES DE ALMACENAMIENTO:

Almacenar el producto a una temperatura no mayor a 30 °C.

No utilice METFORTABS® 500 mg Tabletas si observa signos de deterioro del envase o del contenido del mismo.


PERIODO DE VALIDEZ:

No utilizar METFORTABS® 500 mg Tabletas después de la fecha de caducidad indicada en el envase.