Esta página emplea tanto cookies propias como de terceros para recopilar información estadística de su navegación por internet y mostrarle publicidad y/o información relacionada con sus gustos. Al navegar por este sitio web usted comprende que accede al empleo de estas cookies.

PLM-Logos
Bandera Panamá

SOLUCIÓN UNO Solución
Marca

SOLUCIÓN UNO

Sustancias

CLORURO DE SODIO, DEXTROSA

Forma Farmacéutica y Formulación

Solución

Presentación

Envase de plástico, 250 ml,

Envase de plástico, 500 ml,

FÓRMULA:

Cada 100 mL de SOLUCIÓN contiene:

Dextrosa monohidratada

3.33 g

Cloruro de sodio

0.30 g

Proporciona en mEq/L:

Sodio

51

Cloruro

51

Osmolaridad: 285 mOsm/L.

Aporte calórico glucídico: 132 Kcal/L.

El pH oscila entre 4.5 y 7

INDICACIONES: Es el suero ideal para aportar agua, electrolitos y glucosa en pacientes deshidratación con normalidad hidroelectrolítica (isonatrémica) y que no puedan hidratarse por boca, principalmente en mayores de 6 meses o mayores de 10 kgs.


ACCIONES FARMACOLÓGICAS: La solución de glucosa 3.33% y cloruro de sodio 0,3% es una solución isotónica.

FARMACODINAMIA: Las propiedades farmacodinámicas corresponden a las de sus componentes (glucosa, sodio y cloruro). Los iones tales como el sodio, circulan a través de la membrana celular, utilizando varios mecanismos de transporte. El sodio juega un papel muy importante en la neurotransmisión y electrofisiología cardiaca y metabolismo renal. El cloruro es un anión extracelular, principalmente. El cloruro intracelular está presente en hematíes y mucosa gástrica en elevada concentración. La reabsorción de cloruros sigue a la reabsorción de sodio. La glucosa es la principal fuente de energía en el metabolismo celular

FARMACOCINÉTICA: Las propiedades farmacocinéticas de esta solución son las de sus componentes (glucosa, sodio y cloruro).

Sodio:

Absorción: Por vía subcutánea el cloruro de sodio es bien absorbido, pero dicha absorción no es muy rápida, de manera que para evitar la distensión, dolor y necrosis por compresión vascular, la administración debe ser lenta, en la vía IV no hay absorción.

Distribución: El cloruro y el sodio se distribuyen especialmente en el líquido extracelular. Los órganos más ricos en sodio son los músculos y la piel (de mayor importancia la piel).

Excreción: El ión sodio se excreta especialmente por el riñón (un 95%) y el resto en las heces y la piel (sudor); la excreción renal varía, desde luego, con la cantidad administrada. Pequeñas cantidades de sodio se pierden en las heces y el sudor.

Glucosa:

Absorción: Por vía subcutánea es bien absorbida (por difusión), pero la misma no ha de emplearse sola; porque la glucosa es irritante aún en solución isotónica; inyectada en el tejido subcutáneo, como no contiene electrolitos, estos (en especial el sodio) pasan desde el líquido intersticial de manera que antes de absorberse la solución inyectada priva al líquido extracelular de dichos electrolitos. No conviene usar esta vía, a menos que se le agregue cloruro de sodio a la glucosa.

Destino y excreción: La glucosa una vez absorbida es almacenada como glucógeno en el hígado y los músculos, es oxidada en los tejidos a dióxido de carbono y agua, es convertida en grasa y almacenada en los depósitos grasos. Las dos vías metabólicas principales de la glucosa son la gluconeogénesis (almacenamiento de energía) y glucogenólisis (liberación de energía). El metabolismo de la glucosa se regula por la insulina. Se ha visto que cuando la glucemia alcanza alrededor de 170 mg/100 mL. parte de la glucosa se excreta por el riñón, lo que raras veces sucede cuando se usa la vía bucal y las soluciones isotónicas por vía intravenosa (salvo si existe diabetes no controlada).

CONTRAINDICACIONES: Edema y cuidado en pacientes diabéticos. En los pacientes que tienen edemas (de origen cardíaco, renal), la suministración de una solución que contenga cloruro de sodio los agrava, pues siempre existe un trastorno en la excreción de sodio y, además, el agua sólo se retiene en los espacios intersticiales como solución isotónica, de manera que para cada 9 g de sal se retiene aproximadamente un litro de agua; en estos pacientes no deben suministrarse sales de sodio sino, por el contrario, deben restringirse.

VÍA DE ADMINISTRACIÓN Y DOSIS: Intravenosa, variable, determinada por el uso, condición clínica y talla del paciente. Frecuentemente oscila entre 500 y 1000 mL. La administración se efectuará durante 6 a 8 horas diarias y en los enfermos muy graves durante 24 horas.

SOBREDOSIS: Puede haber aparición de edemas, sobre todo en el pulmón por inyección muy veloz (mayor de 1200 mL, por hora), y que se evita con administración lenta. La suministración de dosis a pacientes con carencia pura de agua por error puede aumentar la hipertonía extracelular existente, con exageración de los trastornos, inclusive hasta provocar la muerte.

PRESENTACIONES: Envases plásticos (polipropileno) de 250 y 500 mL.

LABORATORIOS BONIN