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SOLUCIÓN  ISOTÓNICA DE CLORURO DE SODIO Solución isotónica
Marca

SOLUCIÓN ISOTÓNICA DE CLORURO DE SODIO

Sustancias

CLORURO DE SODIO USP

Forma Farmacéutica y Formulación

Solución isotónica

Presentación

Frasco de plástico, 250 ml,

Frasco de plástico, 500 ml,

Frasco de plástico, 1000 ml,

FÓRMULA:

Cada 100 mL de SOLUCIÓN contiene:

Cloruro de sodio

0.9 g

Proporciona en mEq/L:

Sodio

154

Cloruro

154

Osmolaridad: 308 mOsm/L.

El pH oscila entre 4.5 y 7.

INDICACIONES:

Deshidratación: Reequilibrio hidroelectrolítico en estados de deshidratación con pérdida de sales (hiponatremia, hipocloremia), como en el caso de diarreas, vómitos, fístulas intestinales, biliares o pancreáticas, aspiración gástrica o intestinal continuas, postoperatorios, íleo mecánico o paralítico, toxicosis de Czerny u otras.

Hipovolemia: Tratamiento de estados de hipovolemia asociados a hemorragias, quemaduras extensas, colapsos postoperatorios, shock, hipotensión u otros.

Alcalosis: Tratamiento de alcalosis débiles, como en caso de estenosis pilórica, obstrucciones intestinales altas o alcalosis por medicamentos.

Otros: Mantenimiento durante cirugías y post cirugías, con función cardíaca y renal normales. Vehículo para la administración de medicamentos compatibles.

PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS: Solución parenteral para reequilibrio iónico. Las propiedades son las correspondientes a los iones sodio y cloruro.

La solución salina al 0.9 % también denominada suero fisiológico, es la sustancia cristaloide estándar, es levemente hipertónica respecto al líquido extracelular y tiene un pH ácido. La relación de concentración de sodio (Na+) y de cloro (Cl) que es 1/1 en el suero fisiológico, es favorable para el sodio respecto al cloro (3/2) en el líquido extracelular (Na+ >Cl).

FARMACODINAMIA: La normalización del déficit de la volemia es posible con la solución salina normal , aceptando la necesidad de grandes cantidades, debido a la libre difusión entre el espacio vascular e intersticial de esta solución después de la infusión de 1 litro de suero salino sólo un 20-30% del líquido infundido permanecerá en el espacio vascular después de 2 horas.

Como norma general es aceptado que se necesitan administrar entre 3 y 4 veces el volumen perdido para lograr la reposición de los parámetros hemodinámicos deseados. Estas soluciones cristaloides no producen una dilución excesiva de factores de coagulación, plaquetas y proteínas, pero en déficits severos se puede producir hipoalbuminemia, con el consecuente descenso de la presión coloidosmótica capilar (pc) y la posibilidad de inducir edema. Este descenso de la pc, con su repercusión en gradiente transcapilar, atribuido a la administración excesiva de soluciones cristaloides, ha sido considerada como favorecedor de la formación de edemas.

Si son perfundidas cantidades no controladas de solución de ClNa, el excedente de Cl del líquido extracelular desplaza los bicarbonatos dando una acidosis hiperclorémica. Es, por ello, una solución indicada en la alcalosis hipoclorémica e hipocloremias en general como las causadas por shock y quemaduras extensas. También se administra para corregir los volúmenes extracelulares y provoca la retención de sal y agua en el líquido extracelular.

Acción sobre el equilibrio ácido-base: La suministración de cloruro de sodio no altera el equilibrio ácido base normal, pues se trata de una sal neutra. Los casos de deshidratación secundaria por depleción de sodio presentan frecuentemente alteraciones del equilibrio ácido-base, acidosis o alcalosis metabólica; en estos casos, la administración de soluciones de cloruro de sodio al restablecer el equilibrio hidrosalino y el volumen del líquido extracelular, hace desaparecer el cuadro sintomático, pues los trastornos del equilibrio ácido-base se compensan por los mecanismos fisiológicos de regulación, sobre todo los del riñón, cuya función alterada sé restablece.

Acción sobre el sistema cardiovascular: La inyección intravenosa de solución isotónica de cloruro de sodio a gran velocidad (mayor de 1200 mL por hora) aumenta el volumen plasmático temporalmente, acomodándose el exceso de líquido, primero en las venas y capilares, con aumento de la presión venosa, así como en la aurícula derecha, lo que lleva a la aceleración cardiaca (70 a 90 por minuto); al aumentar el retorno venoso, asciende el volumen minuto y la presión arterial. Como el líquido inyectado por las venas llega primero al pulmón, los efectos son más acentuados en este órgano, que se congestióna (disminución de la capacidad vital), pudiendo inclusive provocarse edema pulmonar (trasudación de líquido a los alvéolos). Se comprende entonces el peligro de esta inyección masiva en pacientes con insuficiencia cardiaca, anciana e hipertensa.

Acción sobre el riñón: La ingestión o inyección de solución isotónica de cloruro de sodio no va acompañada de diuresis inmediata, sino que se presenta después de 6 a 8 horas, y el exceso de líquido administrado se elimina por el riñón en varios días. Dicha diuresis se debe al aumento del volumen plasmático y la consiguiente estimulación de los receptores de volumen. Esto en casos de inyección intravenosa lenta. La inyección intravenosa rápida de solución isotónica lleva a una expansión manifiesta del compartimiento extracelular incluido el plasma sanguíneo; se produce al principio una diuresis acuosa (orina con poco sodio), que se debe a una estimulación de los receptores de volumen auriculares que por vía refleja provoca una disminución de secreción de la hormona antidiurética y la excreción de agua. Todo tipo de solución de cloruro de sodio produce diuresis en mayor o menor grado, con eliminación de agua y sodio, pero dicha sal no debe considerarse como un diurético en el sentido farmacológico del término, pues nunca produce un balance negativo de sodio.

FARMACOCINÉTICA:

Absorción: Por vía subcutánea el cloruro de sodio es bien absorbido, pero dicha absorción no es muy rápida, de manera que para evitar la distensión, dolor y necrosis por compresión vascular, la administración debe ser lenta, en la vía IV no hay absorción.

Distribución: El cloruro y el sodio se distribuyen especialmente en el líquido extracelular. Los órganos más ricos en sodio son los músculos y la piel (de mayor importancia la piel).

Excreción: El ión sodio se excreta especialmente por el riñón (un 95%) y el resto en las heces y la piel (sudor); la excreción renal varía, desde luego, con la cantidad administrada.

CONTRAINDICACIONES: Todos los estados de retención hidrosalina y en especial: Insuficiencia cardíaca e insuficiencia ascítico-edematosa en la cirrosis.

ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES: Comprobar un posible cambio de color o formación de precipitado, complejo insoluble o cristales. Antes de añadir un medicamento, verificar si la zona de pH para la cual es eficaz coincide con la de la solución de cloruro de sodio al 0,9%. Al añadir un medicamento a esta solución, la mezcla debe administrarse de forma inmediata.

El ión de sodio de por sí es farmacológicamente inerte en el sentido químico y las acciones así como las reacciones adversas a que da lugar, son de naturaleza esencialmente física, principalmente osmótica. Puede haber aparición de edemas, sobre todo en el pulmón por inyección muy veloz (mayor de 1200 mL por hora), y que se evita con administración lenta. La suministración de sodio a pacientes con carencia pura de agua por error, puede aumentar la hipertonía extracelular existente, con exageración de los trastornos, inclusive hasta provocar la muerte.

VÍA DE ADMINISTRACIÓN Y DOSIS: Inyección o infusión intravenosa.

Dosis recomendada: La dosis y pauta de administración depende de la edad, del peso corporal y del estado clínico del paciente y de la terapia concomitante.

Adultos la dosificación recomendada oscila de 500 ml a 3 litros cada 24 horas.

Bebés y niños: La dosificación recomendada oscila de 20 a 100 ml por kilo cada 24 horas.

Ancianos: De acuerdo con los requerimientos individuales en cada caso.

Dosis máxima diaria Hasta 40 ml por kg de peso corporal.

Velocidad de infusión: La velocidad de infusión debe ajustarse según el estado clínico del paciente. Normalmente, la velocidad de infusión no debe exceder los siguientes valores: 5 ml por kg de peso corporal por hora, correspondientes a 1,7 gotas por kg de peso corporal por minuto. Si se utiliza como solución vehículo o soporte de otros medicamentos, deben tenerse en cuenta las instrucciones de uso del fármaco añadido.

PRESENTACIONES: Frasco plástico de 250, 500 y 1000 mL.

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