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MOTRIN RETARD Tabletas de liberación prolongada
Marca

MOTRIN RETARD

Sustancias

IBUPROFENO

Forma Farmacéutica y Formulación

Tabletas de liberación prolongada

Presentación

30 Tabletas , 800 Miligramos

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada TABLETA contiene:

Ibuprofeno 800 mg

Excipiente, c.b.p. 1 tableta.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS: El ibuprofeno tabletas de liberación prolongada está indicado para el alivio de los signos y síntomas de la artritis reumatoide y la osteoartritis.

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:

Propiedades farmacodinámicas: El ibuprofeno tiene la acción farmacológica de un compuesto antiinflamatorio no-esteroideo.

Propiedades farmacocinéticas: El ibuprofeno se absorbe desde el tracto gastrointestinal y las concentraciones plasmáticas pico se producen 1-2 horas después de ingerirlo. El ibuprofeno se une extensamente a las proteínas plasmáticas y tiene una vida media de alrededor de 2 horas. Es excretado rápidamente en la orina, principalmente como metabolitos y sus conjugados. Cerca de 1% se excreta en la orina como ibuprofeno inalterado y alrededor de 14% como ibuprofeno conjugado.

Metabolismo: El metabolismo del ibuprofeno es principalmente mediado vía citocromo P-450 CYP2C9 en el hígado. Los pacientes de quienes se conoce o sospecha son metabolizadores lentos de la CYP2C9 basados en la historia/experiencia previa con otros sustratos CYP2C9 se les debe administrar ibuprofeno con precaución dado que ellos pueden alcanzar niveles plasmáticos anormalmente más altos debido a la depuración metabólica reducida.

CONTRAINDICACIONES:

El ibuprofeno está contraindicado en:

Pacientes con hipersensibilidad demostrada al ibuprofeno o alguno de sus excipientes. Existe la posibilidad de sensibilidad cruzada con el ácido acetilsalicílico y otros AINEs. En pacientes con la tríada del ácido acetilsalicílico (asma bronquial, rinitis, intolerancia al ácido acetilsalicílico). Se han reportado reacciones asmáticas y anafilactoides fatales en estos pacientes.

Tratamiento del dolor perioperatorio en el escenario de cirugía de injerto/implante para derivación coronaria (CABG).

Pacientes con insuficiencia renal severa.

Pacientes con insuficiencia hepática severa.

Pacientes con insuficiencia cardiaca severa.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:

Embarazo: No está recomendada la administración del ibuprofeno durante el embarazo. Los estudios reproductivos realizados en animales, no evidenciaron anormalidades durante el desarrollo. Sin embargo, los estudios reproductivos en animales, no siempre pueden predecir la respuesta en humanos. No existen estudios adecuados o bien controlados en mujeres embarazadas. Debido a los efectos conocidos de los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos sobre el sistema cardiovascular fetal (cierre del conducto arterioso), se debe evitar su uso durante los últimos meses del embarazo.

Trabajo de parto y parto: Al igual que con otros fármacos conocidos como inhibidores de la síntesis de prostaglandinas, en ratas se observó una mayor incidencia de distocia y retraso en el parto. No se recomienda la administración del ibuprofeno durante el trabajo de parto y el parto.

Lactancia: En estudios limitados, empleando un método capaz de detectar 1 µg/ml, no se detectó ibuprofeno en la leche de las madres que estaban amamantando. Sin embargo, debido a la naturaleza limitada de los estudios y a las posibles reacciones adversas de los fármacos inhibidores de las prostaglandinas en los neonatos, no está recomendado el uso de ibuprofeno en madres que estén amamantando.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: Para las siguientes reacciones adversas, es posible que exista una relación causal con el ibuprofeno:

Infecciones e infestaciones: cistitis, rinitis.

Trastornos de la sangre y sistema linfático: Agranulocitosis, anemia aplásica, eosinofilia, anemia hemolítica (algunas veces Coombs-positiva), neutropenia, pancitopenia trombocitopenia con o sin púrpura.

Trastornos del sistema inmunológico: Anafilaxis, reacciones anafilactoides.

Trastornos del metabolismo y la nutrición: Apetito disminuido, retención de líquidos (generalmente responde de manera inmediata al discontinuar el fármaco).

Trastornos psiquiátricos: Confusión, depresión, labilidad emocional, insomnio, nerviosismo.

Trastornos del sistema nervioso: Meningitis aséptica con fiebre y coma, convulsiones, mareo, cefalea, somnolencia.

Trastornos oftálmicos: Ambliopía (visión borrosa y/o disminuida, escotoma y/o cambios en la visión a color), ojos secos.

Trastornos del oído y laberinto: Pérdida de audición, tinnitus.

Trastornos cardiacos: Insuficiencia cardiaca congestiva en pacientes con función cardiaca marginal, palpitaciones.

Trastornos vasculares: Hipotensión.

Trastornos respiratorios, torácicos o mediastinales: Broncospasmo, disnea.

Trastornos gastrointestinales: Calambres o dolor abdominal, malestar abdominal, estreñimiento, diarrea, boca seca, duodenitis, dispepsia, dolor epigástrico, sensación de llenura del tracto gastrointestinal (meteorismo y flatulencia), úlcera gástrica u duodenal con sangrado y/o perforación, gastritis, hemorragia gastrointestinal, úlcera gingival hematemesis, indigestión, melenas, náuseas, esofagitis, pancreatitis, inflamación del intestino delgado o grueso, vómito.

Trastornos hepatobiliares: Insuficiencia hepática, necrosis hepática, hepatitis, síndrome hepatorrenal, ictericia.

Trastornos de la piel y el tejido subcutáneo: Alopecia, eritema multiforme, dermatitis exfoliativa, síndrome de Lyell (necrólisis epidérmica tóxica), reacciones de fotosensibilidad, prurito, exantema (incluyendo el tipo maculopapular), síndrome de Stevens-Johnson, urticaria, erupciones vesículobulosas.

Trastornos renales y urinarios: Insuficiencia renal aguda en pacientes con función renal significativamente deteriorada preexistente, azoemia, glomerulitis, hematuria, poliuria, necrosis papilar renal, necrosis tubular.

Trastornos generales y del sitio de administración: Edema.

Laboratorio: Depuración de creatinina disminuida, disminución de la hemoglobina y hematocrito, tensión arterial aumentada, prueba de función hepática anormal.


PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: Los estudios de reproducción realizados en ratas y conejos, en dosis algo menores que la dosis máxima utilizada en clínica, no evidenciaron ninguna anormalidad del desarrollo. Como no existen estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas, este fármaco debe ser usado durante el embarazo sólo cuando sea claramente necesario. Debido al conocido efecto de los fármacos antiinflamatorios no-esteroideos en el sistema cardiovascular fetal (cierre del conducto arterioso), se debe evitar el uso a finales del embarazo. Al igual que con otros fármacos conocidos como inhibidores de la síntesis de las prostaglandinas, en las ratas hubo un aumento en la incidencia de distocia y retraso del parto.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO:

Anticoagulantes: En varios estudios controlados a corto plazo, no se pudo evidenciar que el ibuprofeno afecte significativamente los tiempos de protrombina o una variedad de otros factores de coagulación, cuando se administra a individuos que reciben anticoagulantes tipo cumarina. Sin embargo, se ha reportado sangrado cuando se ha administrado ibuprofeno a pacientes con anticoagulantes de este tipo. Se deben tomar las precauciones apropiadas, cuando se les administre ibuprofeno a pacientes que reciben anticoagulantes (véase Alteraciones en los resultados de pruebas de laboratorio).

Antihipertensivos, incluyendo diuréticos, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) y antagonistas de la angiotensina II (AAII): Los AINEs pueden disminuir la eficacia de los diuréticos y otros medicamentos antihipertensivos.

En los pacientes con función renal deteriorada (por ejemplo, pacientes deshidratados o de edad avanzada con compromiso de la función renal), la administración conjunta de un inhibidor de la ECA o de un AAII, con un inhibidor de la ciclooxigenasa, puede aumentar el deterioro de la función renal, incluyendo la posibilidad de insuficiencia renal aguda, que usualmente es reversible. La ocurrencia de estas interacciones, debe ser considerada en pacientes que estén tomando ibuprofeno con un inhibidor de la ACE o un AAII.

Por lo tanto, la administración concomitante de estos fármacos se debe hacer con precaución, especialmente en pacientes de edad avanzada. Los pacientes deben estar hidratados adecuadamente y se debe evaluar la necesidad de monitorear la función renal al inicio del tratamiento y después de manera periódica.

Ácido acetilsalicílico: No se recomienda el uso crónico concomitante de ibuprofeno y ácido acetilsalicílico.

Corticosteroides: Mayor riesgo de ulceración o sangrado gastrointestinal.

Ciclosporina: Debido a su efecto sobre las prostaglandinas renales, los inhibidores de la ciclooxigenasa pueden aumentar el riesgo de nefrotoxicidad con ciclosporina.

Diuréticos: Estudios clínicos, así como observaciones aleatorias, han demostrado que el ibuprofeno puede disminuir el efecto natriurético de la furosemida, tiazidas u otros diuréticos, en algunos pacientes. Esta respuesta ha sido atribuida a la inhibición de la síntesis de las prostaglandinas renales por el ibuprofeno y otros fármacos antiinflamatorios no-esteroideos. Por lo tanto, cuando se adicione ibuprofeno al tratamiento de un paciente que esté recibiendo furosemida, tiazida u otros diuréticos, o cuando se añada la furosemida, tiazida u otros diuréticos al tratamiento de un paciente que esté tomando ibuprofeno, el paciente debe ser observado de cerca para ver si se obtuvo el efecto deseado (véase Precauciones generales).

Litio: El ibuprofeno produjo un aumento relevante de los niveles de litio en el plasma y una reducción en la depuración renal de litio, en un estudio de 11 voluntarios sanos. La concentración mínima promedio de litio aumentó 15% y la depuración renal de litio fue significativamente más baja durante este periodo de administración concomitante de los fármacos. Este efecto ha sido atribuido a la inhibición de la síntesis de las prostaglandinas renales. Por tanto, cuando el ibuprofeno y el litio se administren conjuntamente, los pacientes deben ser observados cuidadosamente para identificar signos de toxicidad del litio. (Lea las circulares de las preparaciones de litio, antes de usar dicha terapia concurrente).

Antagonistas H-2: En estudios con humanos voluntarios, la administración conjunta de cimetidina o ranitidina no tuvo efecto sustancial sobre la concentración sérica de ibuprofeno.

Metotrexato: Se recomienda tener precaución cuando se administre concurrentemente el metotrexate con AINEs, incluido el ibuprofeno, debido a que la administración de AINEs puede resultar en niveles plasmáticos aumentados de metotrexato.

Tacrolimus: Posible aumento del riesgo de nefrotoxicidad cuando se administran conjuntamente AINEs y tacrolimus.

Voriconazol: El voriconazol incrementó la Cmáx. y el área bajo la curva (ABC) de ibuprofeno (dosis única de 400 mg) en 20 y 100% respectivamente.

ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: Una disminución de 1 g o más en la hemoglobina, se observó en aproximadamente 20% de los pacientes tomando hasta 2.400 mg de ibuprofeno diariamente. Se han observado hallazgos similares con otros fármacos antiinflamatorios no-esteroideos; se desconoce el mecanismo.

PRECAUCIONES GENERALES: Se debe evitar el uso concomitante de ibuprofeno con AINEs, incluidos los inhibidores de la COX-2.

Efectos cardiovasculares: Los AINEs pueden causar un mayor riesgo de eventos cardiovasculares trombóticos serios, infarto miocárdico y accidentes cerebrovasculares, que pueden ser fatales. Este riesgo puede aumentar con la duración del tratamiento. Los pacientes con una enfermedad cardiovascular ya existente, podrían correr un riesgo mayor. Para minimizar el riesgo potencial de un evento adverso cardiovascular serio en los pacientes tratados con ibuprofeno, se debe usar la dosis efectiva más baja, durante el menor tiempo posible. Los médicos y los pacientes deben estar pendientes del desarrollo de tales eventos, aún en ausencia de síntomas cardiovasculares previos. Los pacientes deben ser informados sobre los signos y/o síntomas de toxicidad cardiovascular seria y las medidas que se deben tomar si estos ocurren.

Hipertensión: El ibuprofeno, al igual que todos los AINEs, puede predisponer la aparición de hipertensión de novo o empeorar casos de hipertensión preexistentes, lo cual puede contribuir a una mayor incidencia de eventos cardiovasculares. Los AINEs, incluyendo el ibuprofeno, deben ser usados con precaución en pacientes hipertensos. Se debe controlar estrechamente la tensión arterial al inicio del tratamiento con ibuprofeno y a lo largo de éste.

Retención de líquidos y edema: Al igual que con otros fármacos que se sabe que inhiben la síntesis de prostaglandinas, se ha observado retención de líquidos y edema en algunos pacientes que toman AINEs, incluido el ibuprofeno. Por lo tanto, el ibuprofeno se debe usar con precaución en pacientes con función cardiaca comprometida y otras condiciones que predisponen a, o empeoran por la retención de líquidos. Los pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva o hipertensión preexistente, deben ser estrechamente monitoreados.

Efectos gastrointestinales (GI): Los AINEs, incluido el ibuprofeno, pueden causar eventos adversos gastrointestinales (GI) serios, que incluyen inflamación, sangrado, ulceración y perforación del estómago, intestino delgado e intestino grueso, que pueden ser fatales. Cuando ocurra sangrado o ulceración GI en pacientes que estén recibiendo ibuprofeno, se debe suspender el tratamiento. Los pacientes que tienen un mayor riesgo de desarrollar dichas complicaciones GI con los AINEs, son los de edad avanzada, pacientes con enfermedad cardiovascular, pacientes que estén usando concomitantemente ácido acetilsalicílico, o pacientes con antecedentes o enfermedades gastrointestinales activas, como ulceración, sangrado GI o condiciones inflamatorias. Por lo tanto, el ibuprofeno se debe usar con precaución en estos pacientes.

Efectos hepáticos: Al igual que con otros fármacos antiinflamatorios no-esteroideos, se pueden presentar elevaciones limítrofes en una o más pruebas hepáticas de laboratorio, hasta en 15% de los pacientes. Bajo tratamiento continuo, estas anormalidades pueden progresar, pueden permanecer esencialmente inalteradas, o pueden ser pasajeras. Un paciente con síntomas y/o signos que sugieran una disfunción hepática, o que tenga alguna anormalidad en las pruebas de función hepática, debe ser evaluado para buscar evidencias de reacciones hepáticas más graves, mientras esté siendo tratado con ibuprofeno. Con el uso del ibuprofeno, al igual que con el uso de otros fármacos antiinflamatorios no-esteroideos, se han reportado reacciones hepáticas graves, incluyendo ictericia y casos fatales de hepatitis. Aunque dichas reacciones se presentan en raras ocasiones, si las pruebas hepáticas anormales persisten o empeoran, si se desarrollan signos clínicos y síntomas compatibles con el desarrollo de enfermedad hepática o si se presentan manifestaciones sistémicas (por ejemplo, eosinofilia, exantema), se deberá descontinuar el tratamiento con ibuprofeno.

Efectos oftalmológicos: Se ha reportado visión borrosa y/o disminuida, escotoma y/o cambios en la visión del color. Si un paciente desarrolla dichos trastornos mientras esté recibiendo ibuprofeno, se deberá discontinuar el medicamento y el paciente se deberá someter a un examen oftalmológico, incluyendo pruebas de campos de visión central y de visión de color.

Reacciones en la piel: Raras veces se ha reportado reacciones graves en la piel, algunas de ellas fatales, incluyendo dermatitis exfoliativa, síndrome de Stevens-Johnson y necrólisis epidérmica tóxica, en asociación con el uso de AINEs, incluyendo al ibuprofeno. Aparentemente, los pacientes tendrían un mayor riesgo de presentar esos eventos al principio del tratamiento, ya que en la mayoría de los casos el inicio de los mismos ha ocurrido dentro del primer mes de terapia. El ibuprofeno se debe discontinuar en cuanto aparezcan ya sea exantema, lesiones en las mucosas o cualquier otro signo de hipersensibilidad.

Efectos renales: Los AINEs, incluyendo al ibuprofeno, pueden causar en casos raros nefritis intersticial, glomerulitis, necrosis papilar y síndrome nefrótico. Los AINEs inhiben la síntesis de las prostaglandinas renales, las cuales tienen un papel de soporte en el mantenimiento de la perfusión renal, en pacientes cuyo flujo sanguíneo renal o volumen de sangre están disminuidos. En estos pacientes, la administración de un AINE puede precipitar una descompensación renal evidente, que típicamente al discontinuar el tratamiento con el AINE va seguida por recuperación al estado pretratamiento. Los pacientes con el mayor riesgo de tal reacción, son aquellos con insuficiencia cardiaca congestiva, cirrosis hepática, síndrome nefrótico y enfermedad renal evidente. Dichos pacientes deben ser monitoreados de cerca mientras estén recibiendo tratamiento con un AINE.

Debido a que el ibuprofeno es eliminado principalmente por los riñones, los pacientes con función renal significativamente deteriorada se deben monitorear de cerca y se debe anticipar una disminución de la dosis, para evitar la acumulación del fármaco. Los pacientes en alto riesgo de desarrollar disfunción renal con una terapia crónica con ibuprofeno, deben tener un monitoreo periódico de la función renal.

Precauciones generales:

Hipersensibilidad: Cerca de 10% de los pacientes asmáticos pueden tener asma sensible al ácido acetilsalicílico. El uso de ácido acetilsalicílico en pacientes con asma sensible al ácido acetilsalicílico, ha sido asociado con broncospasmo severo, el cual puede ser fatal. Como se ha reportado reactividad cruzada, incluyendo broncospasmo, entre el ácido acetilsalicílico y otros fármacos antiinflamatorios no esteroideos en dichos pacientes sensibles al ácido acetilsalicílico, el ibuprofeno no se debe administrar a pacientes con esta forma de sensibilidad al ácido acetilsalicílico (véase Contraindicaciones) y se debe usar con precaución en todos los pacientes con asma preexistente.

Pueden ocurrir reacciones anafilactoides aún en pacientes sin exposición previa al ibuprofeno (véase Contraindicaciones).

El ibuprofeno, al igual que otros agentes antiinflamatorios no-esteroideos, puede inhibir la agregación plaquetaria, pero el efecto es cuantitativamente menor y menos duradero que el observado con el ácido acetilsalicílico. Se ha demostrado que el ibuprofeno prolonga el tiempo de sangrado (aunque dentro del rango normal) en sujetos saludables. Como este efecto de sangrado prolongado se puede ver exagerado en pacientes con defectos hemostáticos subyacentes, el ibuprofeno se debe utilizar con precaución en pacientes con defectos de coagulación intrínsecos y en aquellos con terapia anticoagulante.

La actividad antipirética y antiinflamatoria del ibuprofeno puede reducir la fiebre y la inflamación, disminuyendo entonces la utilidad de ellas como signos de diagnóstico para la detección de complicaciones de posibles condiciones dolorosas no-infecciosas, no inflamatorias.

La meningitis aséptica con fiebre y coma se ha observado en raras ocasiones en pacientes en tratamiento con ibuprofeno. Aunque es más probable que ocurra en pacientes con lupus eritematoso sistémico y enfermedades del tejido conectivo relacionadas, también ha sido reportada en pacientes sin enfermedad crónica subyacente. Si se desarrollan signos o síntomas de meningitis en un paciente que está tomando ibuprofeno, se debe considerar la posibilidad de que esté relacionada con el ibuprofeno.

Precauciones en poblaciones especiales:

Uso geriátrico: La edad avanzada tiene una influencia mínima sobre la farmacocinética del ibuprofeno. Los pacientes de edad avanzada o debilitados, toleran menos la ulceración o el sangrado que otros individuos y la mayoría de los reportes espontáneos de eventos gastrointestinales fatales pertenecen a esta población. Antes de iniciar un tratamiento con ibuprofeno se debe tener en cuenta los cambios relacionados con la edad en la fisiología hepática, renal y del SNC, así como las condiciones comórbidas y los medicamentos concomitantes. Son esenciales el monitoreo cuidadoso y la instrucción de los pacientes ancianos.

Uso pediátrico: No se han realizado estudios clínicos para establecer la seguridad y eficacia del ibuprofeno en niños.

Efectos en la capacidad para conducir y usar máquinas: No se ha estudiado el efecto del ibuprofeno en la capacidad para conducir u operar maquinaria.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Los efectos indeseables se pueden minimizar usando la dosis mínima efectiva, durante el menor tiempo necesario para controlar los síntomas.

Osteoartritis:

Dosificación sugerida: 800 mg dos veces al día.

Artritis reumatoide:

Dosificación sugerida: 800 mg con el desayuno y 1,600 mg con la cena. El juicio clínico sugiere que el ibuprofeno tabletas de liberación prolongada debiera ser administrado con las comidas.

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL: La toxicidad de la sobredosis del ibuprofeno depende tanto de la cantidad ingerida del fármaco, como del tiempo transcurrido desde la ingesta. Como la respuesta de los pacientes puede variar considerablemente, se tiene que evaluar cada caso individualmente. Aunque poco común, en la literatura médica se ha reportado toxicidad grave y muerte por sobredosificación de ibuprofeno. Los síntomas reportados más frecuentemente de la sobredosis de ibuprofeno incluyen dolor abdominal, náuseas, vómito, letargo y somnolencia. Otros síntomas del sistema nervioso central (SNC) incluyen dolor de cabeza, tinnitus, depresión del SNC y convulsiones. Rara vez ocurren acidosis metabólica, coma, insuficiencia renal aguda y apnea (principalmente en niños muy pequeños). También se han reportado toxicidad cardiovascular, incluyendo hipotensión, bradicardia, taquicardia y fibrilación auricular. El tratamiento de la sobredosificación aguda del ibuprofeno, es principalmente de soporte. El contenido gástrico se debe evacuar por medios adecuados. Pudiese ser necesario el manejo de la hipotensión, la acidosis y el sangrado gastrointestinal. La utilidad de la hemodiálisis es mínima, debido a que solamente se recupera una pequeña fracción de la dosis ingerida.

PRESENTACIONES:

Cajas con 14, 30 ó 45 tabletas de 800 mg en blíster ALU/PVC.

Frascos PEAD con 14, 30 ó 45 tabletas de 800 mg.

RECOMENDACIONES SOBRE EL ALMACENAMIENTO: Consérvese a temperatura ambiente a no más de 30°C y en lugar seco.

LEYENDAS DE PROTECCIÓN:

No se deje al alcance de los niños. Su venta requiere receta médica. No se use en el embarazo y la lactancia, ni en menores de 12 años. Literatura exclusiva para el médico.

PFIZER, S.A. de C.V.

Reg. Núm. 390M90, SSA IV

103300415D0177

MEDICAMENTO HUÉRFANO