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Sustancias

METFORMINA

Forma Farmacéutica y Formulación

Tabletas

Presentación

1 Caja,30 Tabletas,500 mg

1 Caja,60 Tabletas,500 mg

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada TABLETA contiene:

Clorhidrato de metformina 500 mg

Excipiente, c.b.p. 1 tableta.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS: La metformina está indicada como tratamiento principal en pacientes con diabetes mellitus tipo II, sobre todo en aquellos con obesidad refractaria cuya hiperglucemia se debe a una acción ineficaz de la insulina. Otra indicación para su administración es en combinación con sulfonilureas, en los diabéticos no insulinodependientes en quienes es inadecuado el tratamiento con sulfonilurea sola. La metformina puede ser el fármaco de elección cuando hay fallas primarias o secundarias en la respuesta a medicamentos hipoglucemiantes orales, particularmente en pacientes con tendencia al aumento de peso.

La metformina puede emplearse en combinación con la administración de insulina exógena, para el tratamiento de pacientes con diabetes mellitus tipo II que no han respondido positivamente a la terapia de otros agentes orales; con lo que se logra un mejor control de la glicemia así como, disminución de los requerimientos de insulina.

La metformina puede administrarse como monoterapia o en combinación con sulfonilurea o insulina.

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA: Después de su administración oral, la metformina se absorbe lenta e incompletamente en el tracto gastrointestinal.

Su absorción intestinal se extiende hasta por 6 horas y su unión a las proteínas plasmáticas prácticamente no existe.

La duración de acción de la metformina es de entre 6 y 10 horas. Su concentración plasmática máxima se alcanza aproximadamente a los 40 minutos y oscila entre 2 a 4 mg. La distribución de la metformina es rápida, su biodisponibilidad a dosis terapéuticas (de 500 a 2,500 mg por día) es de 50 a 60%.

El fármaco se acumula en las paredes del esófago, estómago, duodeno, glándulas salivales y riñones.

La ingesta concomitante de alimentos puede disminuir ligeramente la absorción de la metformina. La vida media plasmática varía de 1.5 a 4 horas. La metformina se biotransforma escasamente por hidroxilación a nivel del sistema microsomal hepático, produciendo su principal metabolito, la hidroximetilbiguanida.

Se excreta principalmente por los riñones por mecanismo de secreción tubular activa.

La excreción urinaria se realiza en 9 a 19 horas. Después de la administración oral, 50% de la dosis se recupera en la orina y 30% en las heces.

El fármaco también se elimina a través de las glándulas salivales. La vida media se alarga en pacientes con insuficiencia renal.

La metformina actúa reduciendo la producción de glucosa por el hígado e incrementa la sensibilidad a la insulina en los pacientes diabéticos. Es igualmente eficaz que una sulfonilurea como monoterapia y se comporta sinérgicamente en el tratamiento combinado. Se le considera un fármaco antihiperglucemiante; cuando se emplea solo rara vez se produce hipoglucemia.

La metformina estimula también la pérdida de peso y reduce los niveles de lípidos. Su acción reductora de la glucosa sanguínea no depende de la presencia de células B pancreáticas funcionales. En los pacientes con diabetes mellitus no insulino-dependientes tratados con metformina se observa una considerablemente menor hiperglucemia en ayuno, así como en una notoria reducción en las concentraciones sanguíneas de glucosa postprandial.

Los mecanismos de acción incluyen: estimulación directa de la glucólisis en los tejidos periféricos, con mayor eliminación de glucosa en la sangre; gluconeogénesis hepática reducida; retardo de la absorción de glucosa en las vías gastrointestinales y aumento de la fijación de la insulina a los receptores de ésta.

En términos generales, la metformina reduce la concentración de glucosa sanguínea sin incrementar la secreción de insulina; aumenta la captación de glucosa por el músculo, reducción de la gluconeogénesis e inhibición de la absorción intestinal de glucosa.

La metformina puede potenciar la acción de la insulina ya sea incrementando la unión a los receptores y/o por actividad postreceptor. Durante su administración se ha demostrado reducción de lípidos, incluyendo triglicéridos plasmáticos, LDL y en menor grado colesterol total. Normalmente no se presenta acidosis láctica durante el tratamiento con metformina.

La principal acción de la metformina es entonces resultado de la potencialización de los efectos metabólicos de la insulina en los tejidos periféricos. Lo anterior significa que la acción de la metformina depende de la presencia de cierto grado de insulina plasmática.

La actividad anoréxica del medicamento favorece la pérdida de peso y el apego a las medidas dietéticas que establecen, lo que hace que el tratamiento sea especialmente adecuado en pacientes con diabetes mellitus tipo II con sobrepeso.

CONTRAINDICACIONES: La metformina está contraindicada en pacientes con nefropatías, hepatopatías, alcoholismo, padecimientos que predisponen a anoxia tisular (como enfermedad cardiopulmonar crónica), en los casos de acidosis láctica, cetoacidosis y coma diabético.

No debe administrarse en estados de desnutrición considerable con deterioro del estado general del paciente, cuando exista hipersensibilidad al fármaco ni durante el embarazo.

Otras contraindicaciones son la insuficiencia adrenal, la diabetes mellitus tipo I insulinodependiente, diabetes mellitus con complicaciones tardías severas (nefropatía, retinopatía), lactancia, infecciones severas, cirugía mayor y trauma severo.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA: Aunque no hay estudios adecuados del paso del fármaco por la barrera placentaria ni de la excreción en la leche materna, el uso de metformina está contraindicado durante el embarazo y la lactancia.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: Los efectos secundarios más frecuentes de la metformina son gastrointestinales: anorexia, náuseas, vómito, malestar abdominal, diarrea, gastralgia y sabor metálico.

Estas molestias se presentan hasta en 20% de los pacientes, están relacionadas con la dosis; tienden a desarrollarse al principio del tratamiento, con frecuencia son transitorios y desaparecen espontáneamente, por lo que generalmente no se requiere suspender el tratamiento.

Además, los efectos secundarios gastrointestinales pueden prevenirse si el fármaco se toma en las comidas y si la dosis se aumenta gradualmente (en 500 mg/semana hasta 2.5 g). Raramente puede causar reacciones de hipersensibilidad.

El uso de metformina puede tener que suspenderse en 3% de los pacientes debido a la aparición de diarrea persistente.


PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: Estudios experimentales en animales de laboratorio no mostraron evidencias de potencial carcinogénico, mutagénico, teratogénico o efecto sobre la fertilidad, aun administrando dos veces más la dosis máxima recomendada en humanos.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: La metformina puede inducir malabsorción de la vitamina B12 y el ácido fólico.

La metformina potencializa el efecto de anticoagulantes orales y fibrinolíticos.

La ingestión concomitante de alcohol potencia los efectos antihiperglucemiantes de la metformina e incrementa el riesgo de acidosis láctica.

La clorpromazina, corticosteroides, diuréticos, hormonas tiroideas, simpaticomiméticos y anticonceptivos disminuyen el efecto de la metformina, mediante alteraciones de la tolerancia a la glucosa.

Los AINEs, el ácido acetilsalicílico y la cimetidina aumentan el riesgo de acidosis láctica al disminuir la excreción renal de metformina.

ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: En casos muy raros puede desarrollarse anemia megaloblástica como resultado de malabsorción de vitamina B12.

Las concentraciones de triglicéridos, colesterol total y LDL pueden encontrarse disminuidas.

Extraordinariamente puede haber incremento en los niveles de lactato sérico.

PRECAUCIONES GENERALES: El uso de metformina puede propiciar la aparición de acidosis láctica, por lo que no debe usarse en pacientes con nefropatías, hepatopatías, insuficiencia cardiaca, enfermedades vasculares isquémicas, insuficiencia respiratoria y otras enfermedades con riesgo de daño celular por hipoxemia. Durante la terapia con metformina no se deberá administrar ácido acetilsalicílico, anticoagulantes ni fibrinolíticos.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Oral.

La dosis debe individualizarse a partir del análisis del estado metabólico de cada paciente. Inicialmente se han empleado dosis de 500 mg a 1 g administrado en tomas fraccionadas durante o posterior a los alimentos.

La dosis se puede incrementar de acuerdo a la respuesta del paciente y monitorización de su estado metabólico, en forma gradual sin sobrepasar la dosis diaria de 3 g. No se ha observado mayor efecto terapéutico con dosis por arriba de 3 g diarios.

Cuando se indica metformina 850 mg, la posología promedio es de 2 a 3 tabletas al día. Se recomienda administrar el fármaco durante o al final de las comidas.

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL: Los síntomas de intoxicación son similares a las reacciones adversas. Aunque el riesgo de acidosis láctica es bajo, se debe tener en mente esta posibilidad en casos de sobredosificación, particularmente si se ha ingerido alcohol.

Cuando se ha administrado de manera concomitante con fármacos hipoglucemiantes, existe el riesgo de desarrollar hipoglucemia que se manifiesta por aparición de astenia, confusión, desorientación, temblor, diaforesis, palpitaciones, vómito y en casos severos alteraciones neurológicas manifestadas por alteración del estado de conciencia, crisis convulsivas y coma.

En los casos de hipoglucemia leve basta con reposo y administración oral de soluciones con glucosa o azúcar.

En la hipoglucemia severa deberá administrarse solución glucosada intravenosa al 50% que puede ser seguida de infusión de solución glucosada al 10% hasta mantener los niveles sanguíneos de glucosa en 100 mg/dl o más, el paciente debe ser vigilado, hospitalizado y monitorizado hasta mantener cifras estables de glucosa sanguínea.

Si se sospecha la instalación de acidosis láctica, el diagnóstico debe confirmarse mediante determinaciones séricas de lactato y metformina. Los niveles plasmáticos de metformina deben ser mayores de 5 µg/ml.

En caso positivo, el paciente hospitalizado debe ser sometido a hemodiálisis para eliminar lactato y metformina.

PRESENTACIONES: Cajas con 30 y 60 tabletas de 500 mg.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO: Consérvese a temperatura ambiente a no más de 30°C y en lugar seco.

LEYENDAS DE PROTECCIÓN:

Literatura exclusiva para médicos. Su venta requiere receta médica. No se deje al alcance de los niños. Su uso en el embarazo y la lactancia queda bajo responsabilidad del médico.

LIFERPAL MD, S. A. de C. V.

Reg. Núm. 527M2003, SSA IV