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Bandera México

NEO-MELUBRINA Tabletas
Marca

NEO-MELUBRINA

Sustancias

METAMIZOL (DIPIRONA)

Forma Farmacéutica y Formulación

Tabletas

Presentación

1 Caja,1 Envase(s) de burbuja,10 Tabletas,500 mg

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada TABLETA contiene:
Metamizol sódico 500 mg
Excipiente cbp 1 tableta

INDICACIONES TERAPÉUTICAS: NEO-MELUBRINA® está indicada en el tratamiento del dolor severo y fiebre refractaria.

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:

Mecanismo de acción:

El metamizol es el principio activo de la NEO-MELUBRINA®, es un analgésico no narcótico derivado de pirazolona con efectos analgésicos, antipiréticos y espasmolíticos. El mecanismo de acción no ha sido investigado por completo. Algunos datos indican que el metamizol y el principal metabolito (4-N metilamino-antipirina) pueden tener un modo de acción combinado central y periférico. A dosis supra terapéuticas puede lograrse un efecto antiflogístico que puede resultar de una inhibición de la síntesis de prostaglandinas.

Farmacodinamia: El metamizol ejerce su efecto terapéutico a nivel del sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) y a nivel periférico (nervios, sitios de inflamación).

A nivel de sistema nervioso central, se ha encontrado que el metamizol activa las neuronas de la sustancia gris periacueductal, produciendo una señal que inhibe la transmisión del estímulo nociceptivo proveniente de la médula espinal.

Se ha encontrado también, que el metamizol interfiere con la participación del glutamato en la nocicepción a nivel central, y que inhibe la producción de prostaglandinas. Además de las acciones del metamizol a nivel supraespinal sobre las neuronas que envían información a la médula para inhibir la transmisión del estímulo doloroso, se ha demostrado que también tiene acciones directas sobre las neuronas espinales. Los mecanismos de acción implicados en este efecto son probablemente el aumento de la síntesis de óxido nítrico, y una interferencia con los efectos nociceptivos del glutamato. El óxido nítrico, al ser un gas, se difunde por toda la vecindad del sitio de lesión y es capaz de entrar libremente al interior de las células, donde produce un incremento en el GMP (guanosín monofosfato) cíclico, lo que causa una desensibilización del nociceptor.

A nivel periférico, el metamizol ejerce su efecto analgésico también por estimulación de la síntesis de óxido nítrico, a partir de la L-arginina. Además, tiene una acción inhibitoria de la síntesis de prostaglandinas que, si bien no es tan marcada como en el sistema nervioso central, contribuye al analgésico global. Se sospecha también una acción de inhibición por parte del metamizol de la liberación de factores algógenos, producidos por los macrófagos, que estimulan directamente al nociceptor.

Además de su efecto analgésico, el metamizol tiene un efecto antiespasmódico a través de una inhibición directa sobre el músculo liso periférico, disminuyendo su excitabilidad. Este efecto también se deriva en parte de un aumento del óxido nítrico, que estimula la producción de GMP cíclico intracelular, lo que en el caso del músculo liso resulta en un efecto relajante. Por otra parte, también se ha observado una acción inhibitoria del metamizol sobre las neuronas que inervan las estructuras con músculo liso, inhibiendo la liberación de los mediadores, es decir, a una acción presináptica. Este efecto antiespasmódico se ha visto incluso en el esfínter de Oddi.

El metamizol ejerce un marcado efecto antipirético, que se basa fundamentalmente en su inhibición de prostaglandinas a nivel central. También tiene una acción de inhibición de la síntesis y/o liberación de pirógeno endógeno (interleucina 1). El metamizol no sólo es capaz de disminuir la temperatura corporal, sino que también protege del daño neuronal producido por la fiebre alta y prolongada, lo cual se ha demostrado en ratas sometidas a isquemia cerebral experimental. El metamizol tiene también un efecto antiinflamatorio, que se deriva de su inhibición de prostaglandinas proinflamatorias a nivel periférico, y de la inhibición del quimiotactismo de los neutrófilos en el sitio de inflamación e inhibición de la liberación de factores proinflamatorios de los macrófagos. Sin embargo, a las dosis usadas terapéuticamente, predominan sus efectos analgésico, antipirético y antiespasmódico sobre el efecto antiinflamatorio.

Farmacocinética:

Absorción:

Después de la administración oral, el metamizol se hidroliza rápidamente en el jugo gástrico al metabolito principal, 4-metilaminoantipirina (4-MAA), que se absorbe fácilmente. Después de la ingesta oral, el metamizol se absorbe casi por completo. La biodisponibilidad de 4-MAA en el caso de las tabletas fue de 85%-93% y en el caso de la administración por vía intramuscular (I.M.) fue del 87%. Los valores medios de tmáx fueron de 1.2 a 2 horas para la administración por vía oral y de 1.7 horas para la administración por vía I.M.

No existe un efecto relevante del consumo concomitante de alimentos sobre la farmacocinética del metamizol.

Distribución:

La unión a proteínas plasmáticas para el 4-MAA es del 58%. Para el resto de los metabolitos del metamizol la unión a proteínas plasmáticas es: 4-amino-antipirina (4-AA) es del 48%, 4-formilantipirina (4-FAA) es del 18 % y 4-acetilaminoantipirina (4-AcAA) es del 14%. El metamizol atraviesa la barrera placentaria. Los metabolitos se excretan en la leche materna humana.

Metabolismo:

El metabolito principal del metamizol, el 4-MAA, se metaboliza aún más en el hígado por oxidación y por desmetilación, seguido de acetilación. Los metabolitos principales del metamizol son 4-metilaminoantipirina (4-MAA), 4-aminoantipirina (4-AA), el 4-formilaminoantipirina (4-FAA) y 4 acetilaminoantipirina (4-AcAA). El examen de los 4 metabolitos principales del metamizol muestra que la acción analgésica, antipirética y antiinflamatoria se atribuye principalmente a los metabolitos 4-MAA y 4-AA.

Eliminación:

En hombres sanos, después de una administración oral e intravenosa (I.V.) más del 90% de la dosis se excreta en la orina cerca de 7 días. La vida media de eliminación del metamizol marcado radioactivamente es de 10 horas.

Las vidas medias de eliminación del 4-MAA después de administrar diferentes vías de administración varían de 2.5 ± 0.06 a 3.2 ± 0.8 horas y para los otros metabolitos principales la vida media de eliminación es de 3.7-11.2 horas.

Después de la administración de una dosis intravenosa, la vida media plasmática del metamizol es de aproximadamente 14 minutos. Aproximadamente 96% de la dosis intravenosa marcada radioactivamente se excreta por la orina, y aproximadamente 6% por las heces. En el 85% de una dosis oral única que fue excretada por la orina se han identificado metabolitos, representando MAA el 3% ± 1%, AA el 6% ± 3%, AAA el 26% ± 8% y FAA el 23% ± 4%. Después de la administración de una dosis oral única de 1 g de metamizol, la depuración renal fue 5 mL ± 2 mL/min para la MAA, 38 mL ± 13 mL/min para la AA, 61 mL ± 8 mL/min para la AAA, y 49 mL ± 5 mL/min para la FAA. Las vidas medias plasmáticas correspondientes fueron: 2.7 ± 0.5 horas para la MAA, 3.7 ± 1.3 horas para la AA, 9.5 ± 1.5 horas para la AAA, y 11.2 ± 1.5 horas para la FAA.

Linealidad/No-linealidad:

Todos los metabolitos del metamizol muestran una farmacocinética no lineal. La relevancia clínica de este fenómeno es desconocida. Durante un tratamiento a corto plazo, la acumulación de los metabolitos es de importancia menor.

Pacientes geriátricos:

En los sujetos de la tercera edad, la vida media de eliminación del 4-MAA es más prolongada que en los jóvenes y el aclaramiento de la 4-MAA es significativamente menor que en los sujetos más jóvenes.

Pacientes pediátricos:

Los niños eliminan los metabolitos más rápido que los adultos.

Deterioro hepático:

En pacientes con insuficiencia hepática, la vida media de eliminación del 4-MAA y del 4-FAA se elevó alrededor de 3 veces. Por lo tanto, deben evitarse altas dosis en personas con insuficiencia hepática.

Deterioro renal:

En pacientes con disfunción renal, la eliminación de los metabolitos (4-AcAA, 4-FAA) es reducida. Por lo tanto, deben evitarse las dosis altas en los pacientes con insuficiencia renal.

CONTRAINDICACIONES:

NEO-MELUBRINA® no debe usarse en pacientes con:

• Hipersensibilidad a alguno de los componentes de la fórmula, al metamizol o a otras pirazolonas (por ej., fenazona, propifenazona, isopropilaminofenazona) o pirazolidinas (por ej. fenilbutazona, oxifenbutazona) incluyendo, por ej., agranulocitosis o reacciones graves de la piel ocasionada previamente por alguna de estas sustancias.

• Función deteriorada de la médula ósea (por ej., después de tratamiento citostático) o enfermedades del sistema hematopoyético.

• Pacientes con antecedentes de broncoespasmo u otras reacciones anafilácticas (urticaria, rinitis, angioedema) debidas a salicilatos, paracetamol u otros analgésicos no narcóticos como diclofenaco, ibuprofeno, indometacina o naproxeno.

• Alergia a los excipientes de la fórmula.

• Porfiria hepática intermitente aguda (riesgo de inducción de ataques de porfiria).

• Deficiencia congénita de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (riesgo de hemólisis).

• Embarazo (ver sección Restricciones de uso durante el embarazo y la lactancia).

• Lactancia (ver Restricciones de uso durante el embarazo y la lactancia).

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:

Embarazo: El metamizol atraviesa la barrera placentaria. No existe evidencia de que sea dañino para el feto: el metamizol no mostró efectos teratogénicos en ratas ni conejos, y se observó fetotoxicidad en dosis tan elevadas, que resultaron tóxicas para la madre. Sin embargo, no existen datos clínicos suficientes del uso de NEO-MELUBRINA® en el embarazo.

Por lo tanto, no se recomienda utilizar NEO-MELUBRINA® durante el primer trimestre del embarazo, y que se utilice en los tres meses siguientes, sólo después de que el médico haya valorado cuidadosamente el beneficio potencial con respecto a los riesgos.

Sin embargo, NEO-MELUBRINA® no debe administrarse durante el último trimestre del embarazo. Esto es porque, aunque el metamizol es solamente un inhibidor débil de la síntesis de prostaglandinas, no puede excluirse la posibilidad de cierre prematuro del conducto arterioso, y de complicaciones perinatales debidas al deterioro de la agregación plaquetaria tanto neonatal como materna.

Lactancia: Los metabolitos del metamizol son excretados en la leche materna. Debe evitarse la lactación durante y por las 48 horas siguientes a la administración de NEO-MELUBRINA®.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS:

Se utiliza la siguiente clasificación de frecuencia CIOMS cuando corresponda:

Muy común ≥10%, común ≥1% y< 10%, poco común ≥0.1% y < 1%, rara ≥0.01% y <0.1%, muy rara <0.01%, desconocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles).

Alteraciones cardíacas: Síndrome de Kounis.

Alteraciones del sistema inmunológico: El metamizol puede causar choque anafiláctico, reacciones anafilácticas/anafilactoides que pueden ser graves, poner en riesgo la vida e incluso ser fatales. Estas reacciones pueden presentarse aun después de que NEO-MELUBRINA® ya haya sido usada previamente en muchas ocasiones y sin complicaciones. Tales reacciones farmacológicas pueden presentarse inmediatamente después de la administración del metamizol u horas más tarde; sin embargo, el patrón usual es que se presenten dentro de la primera hora después de la administración.

Por lo general, las reacciones anafilácticas/anafilactoides más leves se manifiestan en los síntomas cutáneos y de la mucosa (comezón, ardor, rubefacción, urticaria, hinchazón), disnea y, con menor frecuencia, malestar gastrointestinal.

Las reacciones leves pueden progresar hasta formas severas con urticaria generalizada, angioedema grave (aun en laringe), broncoespasmo grave, arritmias cardiacas, caída de la tensión arterial (algunas veces precedida por un aumento en la tensión arterial), y choque circulatorio.

En los pacientes con síndrome de asma por analgésicos, estas reacciones típicamente aparecen en forma de ataques de asma.

Alteraciones cutáneas y subcutáneas: Además de las manifestaciones cutáneas y de mucosas de las reacciones anafilácticas/anafilactoides mencionadas anteriormente, pueden presentarse ocasionalmente erupciones fijas por medicamentos, rara vez exantema y, en casos fatales aislados, síndrome de Stevens-Johnson o síndrome de Lyell (necrólisis epidérmica tóxica, NET). También se ha reportado con frecuencia desconocida las reacciones asociadas a medicamentos con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS), (ver sección Contraindicaciones).

Alteraciones hematológicas y linfáticas: Se puede presentar anemia aplásica, trombocitopenia, leucopenia, agranulocitosis y pancitopenia con desenlaces fatales. Estas reacciones son consideradas de naturaleza inmunológica. Pueden presentarse aun después de que NEO-MELUBRINA® ya haya sido usada previamente en muchas ocasiones y sin complicaciones.

Los signos típicos de agranulocitosis incluyen: lesiones inflamatorias de las mucosas (por ej. orofaríngeas, anorrectales, genitales), garganta irritada, fiebre (fiebre recurrente o inesperadamente persistente). Sin embargo, en los pacientes que reciben terapia antibiótica los signos típicos de agranulocitosis pueden ser mínimos. La velocidad de sedimentación globular se incrementa considerablemente, con o sin aumento ligero del tamaño de los ganglios linfáticos.

Los signos típicos de trombocitopenia incluyen una tendencia incrementada al sangrado y petequias sobre la piel y mucosas.

Alteraciones vasculares-Reacciones de hipotensión aisladas: En ocasiones, pueden presentarse reacciones de hipotensión aisladas transitorias (posiblemente mediadas por medicamentos y no acompañadas por otros signos de una reacción anafiláctica/anafilactoide) durante o después de la administración; en casos raros, esta reacción toma la forma de una caída crítica de la tensión arterial.

Alteraciones renales y urológicas: En casos muy raros, especialmente en pacientes con historia de enfermedad renal, puede presentarse deterioro agudo de la función renal (insuficiencia renal aguda), en ocasiones con oliguria, anuria o proteinuria. En casos aislados puede presentarse nefritis intersticial aguda.

Alteraciones generales y condiciones del sitio de administración: En ocasiones, se ha observado coloración rojiza en orina, que puede ser causado por un metabolito en baja concentración: el ácido rubazónico.

Trastornos gastrointestinales: Casos de sangrado gastrointestinal han sido reportados.

Alteraciones hepatobiliares: Daño hepático inducido por el fármaco, incluyendo hepatitis aguda ictericia, aumento de las enzimas hepáticas, con una frecuencia no conocida (ver sección Precauciones generales).


PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD:

Toxicidad-dosis repetidas:

Se han realizado estudios de toxicidad de dosis únicas y de dosis repetidas en roedores y no roedores. La toxicidad oral aguda es baja, con valores de LD50 de entre 3,127 y 4,351 mg/kg para ratones y ratas. Se observó una buena tolerancia gástrica, las erosiones se produjeron únicamente en las ratas que recibieron 1,000 mg/kg. La toxicidad gastrointestinal también es una posibilidad en los seres humanos en el contexto de una sobredosis. Tras la administración por vía intravenosa, los valores de LD50fueron 2,389 mg/kg en ambas especies. Los signos de toxicidad fueron inicialmente taquipnea y luego sedación y analgesia. Los animales tratados con dosis letales presentaron convulsiones antes del deceso. Las dosis letales usualmente causaron la muerte dentro de un lapso de una hora cuando se administraron por vía parenteral y dentro de un lapso de un día cuando se administraron por vía oral.

Los efectos de la administración subcutánea e intravenosa de metamizol en dosis diarias de 50, 150 o 450 mg/kg durante 4 semanas se estudiaron en las ratas y en los perros. Con 450 mg/kg, se observaron reacciones locales en el lugar de la aplicación de la inyección en ambas especies. También se observó un aumento de los cuerpos de Heinz y reticulocitosis con este nivel de dosis. En los perros, se registraron vómitos ocasionales y aumento de la salivación tras la administración mediante inyección intravenosa de 150 mg/kg, y una reducción de los valores de hematocrito con 450 mg/kg. Se observó una coloración roja en la orina, resultante de la excreción renal de un producto de degradación, el ácido rubazónico. No hubo evidencia morfológica de daño orgánico.

Se realizaron estudios de toxicidad oral de administración crónica (6 meses) en ratas (100, 300 o 900 mg/kg/día) y en perros (30, 100, 300 o 600 mg/kg/día). En los perros, se reportaron vómitos ocasionales con 100 mg/kg, y aumento de la salivación tras la administración de dosis de 300 mg/kg en adelante. El aumento del peso corporal se redujo en las ratas tras la administración de 900 mg/kg y en los perros luego de 600 mg/kg. Se observó una coloración roja en la orina en ambas especies

con las dosis más altas. Se observó un aumento de los cuerpos de Heinz y reticulocitosis en las ratas tras la administración de 900 mg/kg y en los perros tras la administración de 300 y 600 mg/kg. Luego de la administración de 600 mg/kg, se registró un descenso de los valores de eritrocitos, hemoglobina y leucocitos en los perros. Fuera de una siderosis hepática en los perros, atribuida a la destrucción de eritrocitos, no se observó ningún cambio morfológico.

Genotoxicidad:

No existe evidencia de genotoxicidad in vivo e in vitro.

Carcinogénesis:

En un estudio de carcinogénesis de 2 años de duración efectuado en ratas (1,000 o 3,000 ppm) y en ratones (400, 1,000 o 25,00 ppm), no hubo signos que sugirieran un potencial tumorígeno en el caso del metamizol. Tampoco se observó un potencial tumorígeno cuando las ratas recibieron concomitantemente 1,000 o 3,000 ppm de metamizol en los alimentos y 1,000ppm de nitrito de sodio en el agua para beber.

En un estudio de carcinogénesis transplacentaria, ratas preñadas recibieron 500 mg/kg de metamizol por sonda nasogástrica y 1,000 ppm de nitrito de sodio en el agua para beber. No hubo ningún efecto de carcinogenia transplacentaria.

Toxicidad reproductiva y del desarrollo:

En un estudio de fertilidad de administración por vía oral en ratas (100, 250 o 625 mg/kg/día), no se observó ninguna influencia sobre la fertilidad de la generación F1 y tampoco ningún cambio en la generación F2.

En un estudio de teratogénesis en ratas (100, 400 o 800 mg/kg/día), se observó un descenso en el número de fetos y una ligera reducción en el peso medio de las crías con la dosis más alta. No hubo malformaciones.

En un estudio de teratogénesis en conejos (25, 100 o 400 mg/kg/día), la evolución del desarrollo del peso corporal de las madres evidenció un ligero aplanamiento con la dosis más alta. Con 100 y 400 mg/kg, el número de crías se redujo. No hubo malformaciones.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO:

Inducción farmacocinética de las enzimas metabolizadoras incluyendo CYP2B6 y CYP3A4. El metamizol es un inductor débil de CYP2B6 y CYP3A4.

La coadministración de metamizol con sustratos del CYP2B6 y/o CYP3A4, como bupropión, efavirenz, metadona, ciclosporina, tacrolimus o sertralina, puede causar una reducción de las concentraciones plasmáticas de estos medicamentos.

Por lo tanto, se recomienda precaución cuando se administran simultáneamente metamizol y sustratos del CYP286 y/o CYP3A4; la respuesta clínica y/o los niveles del fármaco deben seguirse mediante la monitorización terapéutica del mismo.

Valproato:

Cuando se coadministra metamizol y valproato pueden disminuir los niveles séricos de valproato lo que puede dar lugar a una posible disminución de la eficacia del valproato. El médico debe vigilar la respuesta clínica (controI de las convulsiones o del estado de ánimo) y considerar la posibilidad de controlar los niveles séricos de valproato.

Metotrexato:

La administración concomitante de metamizol con metotrexato puede aumentar la toxicidad en sangre del metotrexato sobre todo en pacientes de edad avanzada, por lo tanto, esta combinación debe evitarse.

Ácido acetilsalicílico:

El metamizol puede reducir el efecto antiagregante plaquetario del ácido acetilsalicílico si se administran concomitantemente. Por lo tanto, esta combinación debe utilizarse con precaución en pacientes que toman dosis bajas de ácido acetilsalicílico para la protección cardiaca.

NEO-MELUBRINA® y el alcohol pueden tener una influencia recíproca, uno sobre los efectos del otro.

ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: Se ha notificado interferencia con pruebas de laboratorio que utilizan reacciones similares a Trinder/Trinder (por ejemplo, pruebas para medir los niveles séricos de creatinina, triglicéridos, colesterol HDL y ácido úrico) en pacientes que usan metamizol.

PRECAUCIONES GENERALES:

ADVERTENCIAS ESPECIALES:

• Anafilaxia y reacciones anafilactoides:

En particular, los siguientes pacientes son de alto riesgo a desarrollar reacciones anafilactoides graves al metamizol:

- Pacientes con asma alérgica secundaria a la ingesta de analgésicos, o con intolerancia a analgésicos de tipo angioedema-urticaria (ver Contraindicaciones).

- Pacientes con asma bronquial, particularmente aquellos con rinosinusitis poliposa concomitante.

- Pacientes con urticaria crónica.

- Pacientes con intolerancia al alcohol, aquellos que reaccionan incluso ante pequeñas cantidades de ciertas bebidas alcohólicas, con síntomas tales como estornudos, lagrimeo y rubor facial pronunciado. La intolerancia al alcohol puede ser indicativa de un síndrome de asma por analgésicos sin diagnóstico previo.

- Pacientes con intolerancia a colorantes (por ej. tartrazina) o conservadores (por ej. benzoatos).

Antes de que NEO-MELUBRINA® sea administrada, el paciente debe ser interrogado específicamente. En los pacientes que se encuentre que son de alto riesgo para desarrollar reacciones anafilactoides, NEO-MELUBRINA® debe ser usada sólo después de valorar cuidadosamente los posibles riesgos con respecto a los beneficios esperados. Si NEO-MELUBRINA® se administra en tales circunstancias, es requisito la supervisión médica estrecha y deben estar disponibles las condiciones para un tratamiento de urgencia inmediato.

Se debe utilizar NEO-MELUBRINA® bajo supervisión médica en los pacientes con deterioro renal o hepático, debido a que la tasa de eliminación está reducida en estos pacientes.

Agranulocitosis: El metamizol puede causar agranulocitosis de origen inmunoalérgico con duración de por lo menos una semana. Estas reacciones son muy raras, pueden ser severas, atentar contra la vida y ser fatales. No son dosis dependientes y pueden ocurrir en cualquier momento durante el tratamiento. Todos los pacientes deberán ser advertidos de suspender la medicación y consultar a su médico inmediatamente si cualquiera de los siguientes signos y síntomas posiblemente relacionados con neutropenia ocurren: fiebre, ardor, dolor de garganta, ulceración de cavidad oral. En un evento de neutropenia (< 1,500 neutrófilos/mm3) el tratamiento debe descontinuarse inmediatamente y realizarse urgentemente un conteo sanguíneo completo controlando y monitoreando los valores hasta que retornen a la normalidad.

Pancitopenia: En caso de cursar con pancitopenia el tratamiento debe ser suspendido de manera inmediata y el conteo sanguíneo debe ser monitoreado hasta que regrese a valores normales. Todos los pacientes que se encuentren con tratamiento a base de metamizol deben ser informados de que en caso de presentar signos y síntomas sugerentes de discrasias sanguíneas (por ej., malestar general, infección, fiebre persistente, sangrado, equimosis o palidez) deben buscar atención médica de forma inmediata.

Choque anafiláctico: Estas reacciones ocurren principalmente en pacientes sensibles. Por lo tanto, el metamizol debe prescribirse con precaución en pacientes asmáticos o atópicos (ver sección Contraindicaciones).

Reacciones cutáneas graves: Se han reportado reacciones cutáneas graves (SCARS, por sus siglas en inglés) con el uso de metamizol tales como el síndrome de Stevens-Jonhson (SSJ), la necrólisis epidérmica tóxica (NET) y las reacciones a medicamentos con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS, por sus siglas en inglés), las cuales pueden poner en peligro la vida o provocar la muerte. Si se presentan signos o síntomas de SSJ o NET (tales como rash cutáneo progresivo, lesiones de las mucosas con ámpulas o úlceras orales) u otras reacciones de hipersensibilidad en piel), el tratamiento con metamizol se debe suspender de forma inmediata y no debe ser reiniciado en ningún momento. Los pacientes deben ser informados de los signos y síntomas que pueden presentar a nivel cutáneo y ser monitoreados de cerca.

Reacciones de hipotensión aisladas: La administración de metamizol puede ocasionar reacciones de hipotensión aisladas (ver sección Reacciones secundarias y adversas). Estas reacciones son posiblemente dependientes de la dosis y es más probable que ocurran después de la administración parenteral en comparación con una administración enteral. Para evitar reacciones hipotensivas severas de este tipo:

• En pacientes con hipotensión preexistente, con depleción de volumen o deshidratación, con inestabilidad circulatoria o con insuficiencia circulatoria incipiente se deberá revertir el estado hemodinámico previamente.

• Deberá tenerse cuidado en pacientes con fiebre alta.

En tales pacientes, la indicación de metamizol debe ser establecida con particular cuidado y, si NEO-MELUBRINA® se administra en tales circunstancias, es indispensable la supervisión médica estrecha. Pueden ser necesarias algunas medidas preventivas (por ej. estabilización de la circulación) para reducir el riesgo de reacciones de hipotensión. En lo que concierne a los pacientes con hipotensión o circulación inestable, ver sección Contraindicaciones.

El uso de NEO-MELUBRINA® requiere un monitoreo estrecho de los parámetros hemodinámicos en pacientes en los que debe evitarse una caída en la tensión arterial a toda costa, como en el caso de trastornos graves de la arteria coronaria o estenosis relevante de los vasos sanguíneos que irrigan al cerebro.

Daño hepático inducido por fármacos:

Se han reportado casos de hepatitis aguda de patrón predominantemente hepatocelular en pacientes tratados con metamizol apareciendo de pocos días a pocos meses tras el inicio del tratamiento. Los signos y síntomas incluyen la elevación de las enzimas hepáticas séricas con o sin ictericia, frecuentemente en el contexto de otras reacciones de hipersensibilidad al fármaco (por ejemplo, erupción cutánea, discrasias sanguíneas, fiebre y eosinofilia) o acompañadas de características de hepatitis autoinmune. La mayoría de los pacientes se recuperaron al suspender el tratamiento con metamizol; sin embargo,en casos aislados, se reportó la progresión a una insuficiencia hepática aguda que requirió un trasplante de hígado.

El mecanismo de la lesión hepática inducida por el metamizol no está claramente elucidado, pero los datos indican un mecanismo inmunoalérgico.

Se debe indicar a los pacientes que se pongan en contacto con su médico en caso de que presenten síntomas que sugieran un daño hepático. En estos pacientes se debe suspender el metamizol y evaluar la función hepática.

El metamizol no debe readministrase en pacientes con un episodio de daño hepático durante el tratamiento con metamizol para el que no se haya determinado otra causa del daño hepático.

Efectos sobre la capacidad para conducir y operar maquinarias:

Para el intervalo de dosis recomendadas, no se conoce ningún efecto adverso sobre la capacidad de concentración y de reacción. Sin embargo, por lo menos para las dosis altas, debe tenerse en cuenta que pueden disminuirse la capacidad de concentración y de reacción, lo que representa un riesgo en las situaciones en que estas habilidades son de especial importancia (por ej. conducir vehículos u operar maquinaria), especialmente cuando se ha consumido alcohol.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:

La dosis y vía de administración dependen del efecto analgésico deseado y de la condición del paciente.

En un principio, se debe elegir la dosis más baja para controlar el dolor y la fiebre. En muchos casos, la administración oral es suficiente para alcanzar un efecto analgésico satisfactorio.

Para la administración oral en adultos, se recomienda administrar 8 mg a 16 mg/kg de peso corporal por dosis.

El efecto analgésico y antipirético puede esperarse 30 a 60 minutos después de la administración y, por lo general, persiste por aproximadamente 4 horas.

Si el efecto de esta dosis única es insuficiente, o se desea repetir la dosis después de que ha pasado el efecto, la administración se puede repetir hasta la dosis diaria máxima que se encuentra en la tabla siguiente.

La siguiente tabla de dosificación hace referencia a la dosis única y máxima diaria que son recomendadas para cada tipo de paciente, de acuerdo con su edad y peso:

Presentación

Adultos y adolescentes a partir de los 15 años

Tabletas

(1 tableta = 500 mg)

Dosis individual: 1 a 2 tabletas

Dosis máxima diaria: 2 tabletas hasta 4 veces al día

Poblaciones especiales:

Insuficiencia hepática y renal:


En pacientes con deterioro de la función renal o hepática, se recomienda evitar las dosis más altas de metamizol, ya que la velocidad de eliminación se reduce en estos pacientes. Sin embargo, no es necesaria ninguna reducción de la dosis para los tratamientos de corta duración. No se tiene experiencia en relación con el tratamiento prolongado de pacientes con insuficiencia renal o hepática.

La dosis debe reducirse en pacientes con condiciones generales alteradas y deficiencias en el aclaramiento de creatinina, ya que la eliminación de los metabolitos del metamizol puede retrasarse.

Pacientes geriátricos:

La dosis debe reducirse en pacientes de la tercera edad, ya que la eliminación de los metabolitos del metamizol se puede ver afectada.

Modo de administración: Se recomienda deglutir las tabletas sin masticarlas y con suficiente cantidad de líquido (aproximadamente ½ a 1 vaso con agua).

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL:

Síntomas de sobredosis: Después de una sobredosis aguda se han reportado reacciones como náusea, vómito, dolor abdominal, deterioro de la función renal/insuficiencia renal aguda (por ej. debida a nefritis intersticial) y, en muy raras ocasiones, síntomas del sistema nervioso central (vértigo, somnolencia, coma, convulsiones) y caída de la tensión arterial (que algunas veces progresa hasta choque), así como arritmias cardiacas (taquicardia). Después de administrar dosis muy altas, la excreción de un metabolito inocuo (ácido rubazónico) puede causar coloración rojiza de la orina.

Manejo de sobredosis: No se conoce ningún antídoto específico para el metamizol. Si la ingestión acaba de ocurrir, debe intentarse limitar la absorción sistémica del principio activo a través de medidas de desintoxicación primaria (por ej. lavado gástrico) o aquellas designadas para reducir la absorción (por ej. carbón activado). El principal metabolito, la 4-N-metilaminoantipirina, puede ser eliminado mediante hemodiálisis, hemofiltración, hemoperfusión o filtración del plasma.

PRESENTACIÓN: Caja con 10 tabletas de 500 mg en envase de burbuja.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO: Consérvese a no más de 30 °C.

Consérvese la caja bien cerrada.

Protéjase de la luz.

LEYENDAS DE PROTECCIÓN:

Literatura exclusiva para médicos. Su venta requiere receta médica. No se deje al alcance de los niños. No se use en el embarazo, ni en la lactancia, ni por periodos prolongados.

Reporte las sospechas de reacción adversa al correo:

farmacovigilancia@cofepris.gob.mx

SANOFI-AVENTIS DE MÉXICO, S.A. de C.V.

Acueducto del Alto Lerma No. 2,

Zona Industrial Ocoyoacac,

C.P. 52740, Ocoyoacac, México, México.

Reg. Núm. 5909 SSA IV

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