CARBAZINA
CARBAMAZEPINA
Suspensión sabor menta
1 Caja, 1 Frasco(s), 120 ml,
FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:
Cada 100 mL de SUSPENSIÓN contienen: Carbamazepina 2.0 g
Vehículo, c.b.p. 100 mL.
INDICACIONES TERAPÉUTICAS: La carbamazepina es un fármaco derivado del imidoestilbeno de estructura similar a la imipramina con propiedades anticonvulsivantes. CARBAZINA® está indicado en el tratamiento de las crisis epilépticas parciales simples, parciales complejas con o sin generalización secundaria, crisis generalizadas tónicas, clónicas o tónico-clónicas, neuralgia del trigémino, neuralgia del glosofaríngeo y neuropatía diabética. Así como también en el trastorno afectivo bipolar y manía tanto administrado en monoterapia o asociado con neurolépticos, antidepresivos o litio. CARBAZINA® se emplea en el tratamiento del síndrome de abstinencia por dependencia alcohólica para mejorar los síntomas por deprivación: hiperexcitabilidad, temblor, dificultad de la marcha. En la diabetes insípida CARBAZINA® reduce el volumen de orina y alivia la sensación de sed.
En niños, CARBAZINA® está indicado para el tratamiento de la epilepsia y además como alternativa terapéutica en el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA/H). La carbamazepina administrada en monoterapia a niños y adolescentes incluye un efecto benéfico sobre síntomas de ansiedad y depresión así con una disminución de la irritabilidad y agresividad. CARBAZINA® es útil en: dolor neuropático, central y postraumático, hipo, distonías infantiles, polineuritis idiopática, parestesias, espasmo hemifacial, esclerosis múltiple.
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
Absorción: Con la suspensión se alcanzan los picos medios de la concentración plasmática en el plazo de 2 horas. La absorción de la carbamazepina es casi completa. No hay diferencia alguna clínicamente relevante entre las formas de administración oral respecto a la cantidad de la sustancia activa absorbida. La ingestión de alimentos no influye significativamente en la proporción y la cantidad de la absorción, indiferentemente de la forma de administración de carbamazepina. Las concentraciones plasmáticas de carbamazepina en el estado estacionario se alcanzan en el plazo de 1-2 semanas aproximadamente, según sea la autoinducción individual por la carbamazepina y la heteroinducción por otros fármacos con inducción enzimática, así como el estado anterior a la terapéutica, la dosificación y la duración del tratamiento.
Distribución: La carbamazepina se fija a las proteínas séricas en 70 a 80%. La concentración de la sustancia inalterada en el líquido cefalorraquídeo y la saliva refleja la porción no fijada a las proteínas en el plasma (20 a 30%).
Se ha comprobado que las concentraciones en la leche materna son equivalentes a 25 a 60% de los correspondientes niveles plasmáticos. La carbamazepina atraviesa la barrera placentaria. Suponiendo que la absorción de la carbamazepina sea completa, el volumen aparente de distribución varía entre 0.8 y 1.9 L/kg. Las concentraciones plasmáticas de carbamazepina en el estado estacionario consideradas como "margen terapéutico" varían considerablemente de un individuo a otro: Se ha reportado para la mayoría de los pacientes un margen de 4 a 12 mg/mL, equivalentes a 17 a 50 mmol/L.
No hay indicios de variaciones en la farmacocinética de la carbamazepina en los pacientes de edad avanzada con respecto a los adultos jóvenes.
Metabolismo: La carbamazepina se metaboliza en el hígado, donde la vía epóxido de biotransformación es la más importante, dando lugar al derivado 10, 11-trans-diol y a su glucurónido como los metabolitos principales.
El 9-hidroxi-metil-10-carbanoil-acridán es un metabolito menor relacionado con esta vía. Tras administrar una dosis oral única de carbamazepina, 30% aproximadamente aparece en la orina como productos finales de la vía epóxido.
Otra vía importante para la biotransformación de la carbamazepina da lugar a diversos compuestos monohidroxilados y al N- glucurónido de carbamazepina.
Concentraciones de la carbamazepina 10-11-epóxido (metabolito farmacológicamente activo): alrededor de 30% de los niveles de la carbamazepina.
Eliminación: La vida media de eliminación de la carbamazepina inalterada es en un promedio de 36 horas aproximadamente después de una dosis única, mientras que tras la administración repetida en solamente 16 a 24 horas en promedio (autoinducción del sistema monooxidasa), según cuánto dure la medicación. En los pacientes que reciben un tratamiento concomitante con otros fármacos que inducen enzimas hepáticas (por ejemplo, fenitoína, fenobarbital), se han encontrado valores de la vida de 9 a 10 horas en promedio. La vida media de eliminación del metabolito 10, 11-epóxido en el plasma es de 6 horas después de administrar dosis orales únicas del propio epóxido.
Tras administrar una dosis oral única de 400 mg de carbamazepina, 72% se excreta en la orina y 28% en las heces. Alrededor de 2% de la dosis se recupera en la orina en forma de sustancia inalterada y cerca de 1% en forma de metabolito 10, 11-epóxido farmacológicamente activo.
Debido a una mayor eliminación de la carbamazepina, puede ser que los niños necesiten dosis más altas que la carbamazepina (en mg/kg) que adultos.
No hay datos disponibles sobre la farmacocinética de la carbamazepina en los enfermos con función hepática o renal limitada.
Es posible que la inhibición de los canales de sodio sensibles al voltaje sea el principal mecanismo de acción primario de la carbamazepina.
La carbamazepina estabiliza las membranas nerviosas hiperexcitadas, inhibe los potenciales postsinápticos excitatorios reduciendo la propagación sináptica de los impulsos y las descargas neuronales. Los efectos mencionados, así como la acción depresiva de carbamazepina sobre el intercambio de las catecolaminas y la liberación de glutamato, podrían derivarse posiblemente de su efecto primario. Mientras que la reducción de la liberación de glutamato y la estabilización de las membranas neuronales son las que producen el efecto antiepiléptico: la acción depresora sobre el intercambio de la dopamina y noradrenalina podría ser responsable de las propiedades antimaniacas de la carbamazepina.
CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad conocida a la carbamazepina o a fármacos estructuralmente similares (por ejemplo, antidepresivos tricíclicos).
Por razones teóricas (una relación estructural con los antidepresivos tricíclicos), no se recomienda emplear CARBAZINA® asociado con inhibidores de la monoaminooxidasa (IMA0); antes de administrar CARBAZINA® los IMAO deberán interrumpirse durante dos semanas como mínimo o más tiempo si la situación clínica lo permite.
No se debe emplear en conjunto con clozapina.
RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA: Este fármaco es clasificado por la FDA como categoría C.
Se tratará con suma precaución a las mujeres embarazadas que padezcan epilepsia.
Siempre que sea posible, CARBAZINA® deberá prescribirse a las mujeres de edad reproductiva en régimen monoterápico, ya que la incidencia de las anomalías congénitas en los hijos de mujeres que han sido tratadas con una asociación de antiepilépticos (por ejemplo, ácido valproico, más carbamazepina, más fenobarbital y/o fenitoína) es mayor que la constatada en la prole de madres que recibieron una monoterapia.
Se administrarán las dosis eficaces mínimas y se recomienda vigilar los niveles plasmáticos. Si una mujer que está tomando CARBAZINA® queda embarazada o surge la cuestión de iniciar el tratamiento con CARBAZINA® durante el embarazo, se valorarán cuidadosamente los beneficios potenciales del medicamento frente a riesgos posibles, en particular durante los tres primeros meses de la gestación.
Se sabe que los hijos de las madres epilépticas son más propensos a los trastornos del desarrollo, inclusive las malformaciones.
Se ha reportado la posibilidad de que carbamazepina, como todos los antiepilépticos importantes, aumenta el riesgo, aunque faltan pruebas concluyentes derivadas de estudios controlados con la carbamazepina en régimen de monoterapia.
Sin embargo, hay informes aislados de trastornos del desarrollo y malformaciones, inclusive espina bífida, asociados al tratamiento con CARBAZINA®.
Se sabe que se produce un déficit de ácido fólico durante el embarazo.
Los antiepilépticos agravan este déficit y de este modo puede contribuir a que aumente la incidencia de los efectos de nacimiento en descendientes de madres epilépticas en tratamiento. Por esta razón, se aconseja aportar además de ácido fólico antes del embarazo y durante el mismo.
También se recomienda administrar vitamina K1, tanto a la madre, durante las últimas semanas de gravidez, como al recién nacido, para evitar trastornos hemorrágicos.
La carbamazepina pasa a la leche materna (25 a 60% aproximadamente de las concentraciones plasmáticas). Se evaluarán los beneficios de la lactancia materna frente a la posibilidad remota de que se produzcan efectos secundarios en el lactante. Las madres que tomen CARBAZINA® pueden amamantar, si están sometidas a observaciones en lo concerniente a posibles reacciones adversas (por ejemplo, somnolencia excesiva).
REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: Cierto tipo de reacciones adversas pueden ocurrir en ocasiones o a menudo, sobre todo al comienzo de la medicación con CARBAZINA®, al dar dosis demasiado altas o al tratar a pacientes de edad avanzada, por ejemplo efectos colaterales en el SNC (mareos, cefaleas, ataxia, somnolencia, fatiga, diplopía); trastornos gastrointestinales (náuseas, vómitos) y reacciones cutáneas alérgicas.
Los efectos secundarios relacionados con la dosis suelen remitir a los pocos días espontáneamente o tras reducir la posología de modo transitorio. La aparición de efectos colaterales a nivel del SNC puede ser la manifestación de una sobredosificación relativa o de una fluctuación significativa en los niveles plasmáticos. En tales casos es conveniente vigilar los niveles plasmáticos y acaso rebajar y/o dividir la dosis diaria en tres o cuatro tomas fraccionadas.
Neurología:
Frecuentes: mareos, ataxia, somnolencia, fatiga.
Poco frecuentes: cefalea, diplopía, trastornos de la acomodación (visión borrosa).
Raros: movimientos involuntarios anormales (temblor, asterixis, discinesia orofacial, trastornos coreatetósicos, distonía, tics, nistagmo), trastornos oculomotores, trastornos del habla (disartria), neuritis periférica, parestesias, debilidad muscular y síntomas parestésicos.
Psiquiatría:
Raros: alucinaciones (visuales o acústicas), depresión, pérdida de apetito, desasosiego, conducta agresiva, agitación, confusión, activación de psicosis.
Dermatología:
Poco frecuentes: reacciones cutáneas alérgicas, urticaria.
Raros: dermatitis exfoliativa y eritroderma, síndrome de Stevens-Johnson, síndrome similar al lupus eritematoso sistémico, necrólisis epidérmica tóxica, fotosensibilidad, eritema multiforme y nudoso, alteraciones de la pigmentación cutánea, púrpura, prurito, acné, sudores, alopecia, hirsutismo.
Hematológicos:
Poco frecuentes: leucopenia, eosinofilia ocasional, trombocitopenia.
Raros: leucocitosis, linfadenopatía, anemia aplásica, aplasia eritrocítica, anemia megaloblástica, porfiria aguda intermitente, reticulocitosis, déficit de ácido fólico y posiblemente anemia hemolítica.
Hepáticos:
Frecuentes: aumento de gama-GT (debido a inducción enzimática hepática), que no suele ser clínicamente relevante.
Poco frecuentes: aumento de la fosfatasa alcalina, raras veces de las transaminasas.
Raros: ictericia, hepatitis colestásica parenquimatosa (hepatocelular) o de tipo mixto, hepatitis granulomatosa.
Gastrointestinales:
Frecuentes: náuseas, vómito.
Poco frecuentes: sequedad de boca.
Raros: diarrea o estreñimiento, dolor abdominal, glositis, estomatitis.
Reacciones de hipersensibilidad:
Raros: fiebre, exantema, vasculitis, linfadenopatía, trastornos que simulan linfoma, artralgia, leucopenia, eosinofilia, hepatosplenomegalia y resultados anormales de las pruebas de la función hepática que se manifiesta en varias combinaciones. También pueden estar afectados otros órganos (por ejemplo, pulmones, riñones, páncreas, miocardio), meningitis aséptica con miclono y eosinofilia periférica; reacción anafiláctica.
El tratamiento se interrumpirá cuando aparezcan tales reacciones de hipersensibilidad.
Cardiovasculares:
Raros: trastornos de la conducción cardiaca, bradicardia, arritmias, bloqueo auriculoventricular con síncope, colapso, insuficiencia cardiaca congestiva, hipertensión o hipotensión, agravamiento de coronariopatía, tromboflebitis, tromboembolia.
Endocrinológicos:
Poco frecuentes: edema, retención de líquidos, aumento de peso, hiponatremia y reducción de la osmolaridad plasmática debido a un efecto similar al de la hormona antidiurética (ADH), que en ciertos casos da lugar a intoxicación acuosa acompañada por letargo, vómito, cefaleas, confusión mental, trastornos neurológicos.
Raros: ginecomastia o galactorrea, resultados anormales de la prueba de la función tiroidea; descenso de la L-tiroxina (FT4, T4, T3) y aumento de la TSH, de ordinario sin manifestaciones clínicas, trastornos del metabolismo óseo (disminución de calcio plasmático y 25-OH-colecalciferol), que en ciertos casos da lugar a osteomalacia, niveles elevados de colesterol inclusive HDL-colesterol y triglicéridos.
Urogenitales:
Raros: nefritis intersticial, insuficiencia renal, albuminuria, hematuria, oliguria, azoemia, polaquiuria, retención urinaria y trastornos de la libido/impotencia.
Sensoriales:
Raros: trastornos del gusto, opacidades del cristalino, conjuntivitis, Tinnitus, hiperacusia.
Musculosqueléticos:
Raros: artralgia, dolor muscular o calambres.
Respiratorios:
Raros: hipersensibilidad pulmonar caracterizada por fiebre, disnea, neumonía.
PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: En los experimentos con animales (ratones, ratas, conejos), la administración oral de carbamazepina durante la organogénesis ha dado lugar a un aumento de la mortalidad embrionaria a dosis diarias que causaban toxicidad en las madres (más de 200 mg/kg de peso corporal al día, es decir, 10 a 20 veces la posología usual en el humano). Además en las ratas hubo indicios de aborto con 300 mg/kg de peso corporal al día. Los fetos de rata a término mostraban retraso del crecimiento también con dosis tóxicas para las madres. No hubo prueba de un potencial teratógeno en las tres especies animales ensayadas, pero en el estudio efectuado con ratones, la carbamazepina (40 a 240 mg/kg de peso corporal al día por vía oral) causó defectos (principalmente dilatación de los ventrículos cerebrales en 4.7% de los fetos expuestos en comparación con el 1.3% de los controles.
En las ratas tratadas con carbamazepina durante dos años, se ha comprobado que la incidencia de los tumres hepáticos era mayor. En la actualidad se desconoce el significado de este hallazgo en lo relativo al uso de carbamazepina en el humano.
Los estudio de la mutagenicidad en bacterias y mamíferos han dado resultados negativos.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: Debido a la inducción del sistema enzimático hepático monooxigenasa, la carbamazepina puede rebajar el nivel plasmático y disminuir o incluso abolir la actividad de ciertos medicamentos que son metabolizados por este sistema.
Es posible que la dosificación de los fármacos siguientes tenga que ajustarse a las necesidades clínicas: clobazam, etosuccimida, primidona, ácido valproico, alprazolam, corticosteroides, por ejemplo, prednisolona, dexametasona, ciclosporina, digoxina, doxiciclina, felodipino, haloperidol, imipramina, metadona, anticonceptivos orales (se tendrá los métodos anticonceptivos alternativos), teofilina, anticoagulantes orales (warfarina, fenprocoumona, dicumarol).
Se ha reportado que la carbamazepina puede aumentar o reducir los niveles plasmáticos de la fenitoína y que eleva en raros casos los niveles plasmáticos de la mefenitoína.
Se ha comprobado que los medicamentos siguientes incrementan los niveles plasmáticos de la carbamazepina: eritromicina, troleandomicima, posiblemente josamicina, isoniacida, verapamilo, diltiazem, dextropropoxifeno, viloxazina, posiblemente cimetidina, acetazolamida, danazol, posiblemente desipramina y nicotinamida (en adultos, sólo a dosis altas).
Puesto que los niveles plasmáticos elevados de carbamazepina pueden ocasionar efectos secundarios (por ejemplo, mareos, somnolencia, ataxia, diplopía), la dosificación de CARBAZINA® se ajustará convenientemente y/o se vigilarán los niveles plasmáticos. Se ha informado que el empleo simultáneo de carbamazepina e isoniacida incrementa la hepatotoxicidad inducida por la isoniacida. La asociación de carbamazepina y litio o metoclopramida, por un lado, y de carbamazepina y neurolépticos (haloperidol, tioridazina por otro lado, puede aumentar las reacciones neurológicas adversas (con la última asociación incluso en presencia de "niveles plasmáticos terapéuticos").
Es posible que los niveles plasmáticos de la carbamazepina disminuyan por fenobarbital, fenitoína, primidona o teofilina y, aunque los datos son en parte contradictorios, es posible que clonazepam, ácido valproico o valpromida.
Por otra parte, se ha comunicado que el ácido valproico, la valpromida y la primidona elevan el nivel plasmático del metabolito farmacológicamente activo carbamazepina-10-11-epoxido. Por consiguiente, tendrá que adaptarse la dosis de CARBAZINA®.
La medicación concomitante con CARBAZINA® y algunos diuréticos (hidroclorotiazida, furosemida) pueden originar una hiponatremia sintomática.
Es posible que la carbamazepina sea antagonista de los efectos de fármacos miorrelajantes (por ejemplo, pancuronio), por lo que acaso sea necesario aumentar su dosificación, vigilándose estrechamente a los pacientes para descubrir si el cese del bloqueo neuromuscular se produce antes de lo esperado.
Se ha informado que la isotretinoína modifica la biodisponibilidad y/o depuración de la carbamazepina y el carbamazepina-10,11-epóxido, deberán controlarse los niveles plasmáticos de la carbamazepina.
En estudios se han observado efectos sobre la atención, capacidad cognoscitiva, motora y memoria dependiendo de las dosis utilizadas.
Al igual que otros medicamentos psicoactivos, CARBAZINA® puede reducir la tolerancia al alcohol; por ello es recomendable que el paciente renuncie al consumo de bebidas alcohólicas.
ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: En ocasiones o a menudo se produce una disminución pasajera o persistente del recuento de plaquetas o leucocitos con el tratamiento con CARBAZINA®, pero en la mayoría de los casos suele ser transitoria y es poco probable que indique el inicio de una anemia o de agranulocitosis. Antes de empezar la terapéutica se efectuará el hemograma completo, inclusive las plaquetas y si es posible los reticulocitos y el hierro plasmáticos, para que sirva de valor base. Aunque se ha puesto entre dicho el valor de los controles hematológicos, diversas autoridades han propuesto algunas directrices, por ejemplo, hemograma semanal durante el primer mes de tratamiento, después mensual durante los cinco meses siguientes, luego dos a cuatro veces al año. Si durante la medicación se observan recuentos definitivamente bajos o reducidos de leucocitos o plaquetas, se vigilará estrechamente el paciente y el hemograma completo. Se retirará CARBAZINA® si aparece una prueba de una depresión significativa de la médula ósea.
Se informará sobre los síntomas precoces de las complicaciones hematológicas posibles y de los síntomas de las reacciones cutáneas o hepáticas.
Se advertirá al enfermo que si aparecen reacciones como fiebre, dolor de garganta, exantema, úlcera en la boca, confusiones fáciles, petequias o púrpura hemorrágica, deberá consultar inmediatamente al médico.
Si se manifiestan síntomas que sugieran reacciones cutáneas graves, por ejemplo, síndrome de Stevens-Johnson, síndrome de Lyell, se suspenderá inmediatamente el tratamiento con CARBAZINA®.
CARBAZINA® se administrará solamente bajo control médico.
PRECAUCIONES GENERALES: En pacientes con bloqueo auriculoventricular, antecedentes de depresión de la médula ósea, historia de porfiria aguda intermitente o con aumento de la presión intraocular. CARBAZINA® sólo se prescribirá después de haber evaluado críticamente los riesgos y beneficios, vigilándose estrechamente a los sujetos que presenten estas afecciones.
CARBAZINA® tiene una ligera actividad anticolinérgica, por lo que se observará atentamente durante la terapéutica a los pacientes con aumento de presión intraocular. Informar a la paciente que el empleo conjunto de carbamazepina puede ocasionar pérdida de eficacia de tratamientos anticonceptivos orales y metrorragias.
Se han asociado reportes de anemia aplásica y agranulocitosis con el empleo de CARBAZINA®. Sin embargo, debido a la baja incidencia de estos padecimientos es difícil de estimar el riesgo significativo. El riesgo global se ha estimado en unas 4.7 personas por millón al año para agranulocitosis y 2.0 personas por millón al año para anemia aplásica.
Durante el tratamiento con CARBAZINA® tienen que realizarse evaluaciones basales y periódicas de la función hepática, particularmente en los pacientes con antecedentes de enfermedades hepáticas y en los de edad avanzada. Este medicamento se retirará inmediatamente en caso de agravamiento del trastorno hepático o de afección hepática activa. Se recomienda determinar los valores base y vigilar periódicamente el análisis urinario completo y el nitrógeno ureico.
Las reacciones cutáneas leves, por ejemplo exantemas maculosos o maculopapulosos aislados, suelen ser pasajeras y no peligrosas, desapareciendo normalmente a los pocos días o semanas aunque se prosiga la medicación o después de haber reducido la posología; no obstante, se vigilará estrechamente al enfermo.
Se empleará con precaución en los pacientes con formas epilépticas mixtas que incluyan crisis atípicas de ausencia, ya que CARBAZINA® se ha relacionado con un aumento de la frecuencia de crisis generalizadas. Si se exacerban las crisis, se retirará CARBAZINA®.
Se tendrá en cuenta la posibilidad de que se active una psicosis latente y, en los enfermos de edad avanzada, de que se produzca confusión o agitación.
Se han reportado casos aislados acerca del trastorno de la fertilidad en el hombre y/o espermatogénesis anormal.
Aunque son débiles las correlaciones entre la dosificación y los niveles plasmáticos de la carbamazepina, así como entre los niveles plasmáticos y la eficacia clínica o de la tolerabilidad, el seguimiento de los niveles plasmáticos puede ser útil en los casos siguientes: aumento espectacular de la frecuencia de la crisis/verificación de la observancia del paciente, durante el embarazo, al tratar a niños o adolescentes, cuando se sospechen trastornos de la absorción, si se sospecha toxicidad al tomar más de un medicamento (véase Interacciones medicamentosas y de otro género).
Si el tratamiento con CARBAZINA® ha de suspenderse abruptamente, el cambio a un nuevo antiepiléptico se efectuará bajo la cobertura con un fármaco apropiado (por ejemplo, diazepam I.V. o fenitoína I.V.).
La capacidad de reacción del paciente puede estar disminuida especialmente al principio del tratamiento o al reajustar la dosis; por ello, se tendrá debida precaución al conducir vehículos o manejar máquinas.
DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Oral.
La suspensión (que debe agitarse antes de tomarla) puede ingerirse durante la comida, después de la misma o entre la comida, con algo de líquido.
La suspensión (una cucharadita graduada = 5 mL = 100 mg; media cucharita = 2.5 mL = 50 mg) es especialmente apropiada o para los enfermos que tengan dificultades para tragar comprimidos o en los que la posología tenga que ajustarse con cuidado al principio.
Puesto que una determinada dosis de la suspensión de CARBAZINA® producirá picos de concentraciones plasmáticas mayores que con la misma dosis por vía oral, se aconseja empezar con dosis bajas y aumentarlas lentamente para evitar efectos secundarios.
Cambio de comprimidos a suspensión de CARBAZINA®: se dará la misma cantidad de miligramos al día en tomas menores y más frecuentes (por ejemplo, suspensión tres veces al día en lugar de comprimidos dos veces al día). La dosificación de CARBAZINA® se elegirá con precaución en las personas de edad avanzada.
Epilepsia: CARBAZINA® debe prescribirse siempre que sea posible, en régimen monoterápico. El tratamiento se iniciará con una dosis diaria baja, que se aumentará lentamente hasta conseguir un efecto óptimo.
Una vez logrado el control adecuado de la crisis, la posología puede reducirse muy gradualmente hasta el nivel mínimo eficaz.
Puede ser que la determinación de los niveles plasmáticos ayude a fijar la dosificación óptima (véase Precauciones para su empleo).
Cuando CARBAZINA® se agregue al tratamiento antiepiléptico en curso, éste se llevará a cabo paulatinamente mientras se mantiene o se adapta, en caso necesario, la posología del o de los otros antiepilépticos (véase Interacciones medicamentosas y de otro género).
Adultos:
Formas orales: al principio 200 mg de una dosis al día; se aumentará lentamente hasta la dosis que aparezca el efecto óptimo, que en general es de 400 mg dos o tres veces diarias.
En algunos pacientes pueden ser apropiados 1,600 mg o incluso 2,000 mg al día. Se aconseja la dosificación inicial de 100 mg dos veces al día de los pacientes de edad avanzada.
Niños:
Formas orales:
10 a 20 mg/kg de peso corporal al día, es decir, hasta un año: 100 a 200 mg diarios (1-2 cucharaditas de suspensión).
1-5 años: 200 a 400 mg diarios (2 veces 1 a 2 cucharaditas de suspensión).
6-10 años: 400 a 600 mg diarios (2 a 3 veces cucharaditas de suspensión).
11-15 años: 600 a 1,000 mg diarios (3 veces 2 a 3 cucharaditas de suspensión) distribución en varias tomas.
En niños menores de cuatro años, se ha recomendado en una dosis inicial de 20 a 60 mg al día, que se aumentará en 20 a 60 mg cada dos días.
En niños mayores de cuatro años puede empezarse el tratamiento con 100 mg diarios, incrementándose en 100 mg a intervalos semanales.
Neuralgia del trigémino: Se eleva lentamente la posología inicial, de 200 a 400 mg al día, hasta que se instaure la analgesia (normalmente con 200 mg tres o cuatro veces diarias).
Posteriormente, reducción gradual de la dosis hasta un nivel de mantenimiento que sea suficiente.
Síndrome de abstinencia alcohólica: La dosis promedio es de 200 mg tres veces al día. En los casos graves puede aumentarse durante los primeros días (por ejemplo, a 400 mg tres veces diarias). Cuando se comience el tratamiento de las manifestaciones graves de privación, CARBAZINA® se puede combinar con ansiolíticos o sedantes hipnóticos. Una vez que haya remitido el estado agudo, se puede continuar administrándose CARBAZINA® en régimen monoterápico.
Diabetes insípida central: La dosis promedio para los adultos es de 200 mg dos o tres veces diarias.
Neuropatía diabética dolorosa: La dosis promedio es de 200 mg dos a cuatro veces diarias.
Manía y tratamiento profiláctico del trastorno afectivo bipolar: 400 a 1,600 mg al día; la dosis usual es de 400 a 600 mg diarios distribuidos en dos o tres tomas. Cuando se trate de manía aguda, la dosificación se elevará con bastante rapidez, en tanto que para la profilaxis de los trastornos bipolares se recomienda efectuar aumentos pequeños para conseguir una tolerancia óptima.
MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL: Los síntomas de la sobredosificación suelen manifestarse en el sistema nervioso central, el sistema cardiovascular y el aparato respiratorio.
Sistema nervioso central: Desorientación, somnolencia, agitación, alucinaciones, coma; visión borrosa, disartria, nistagmo, ataxia, discinesia, hiperreflexia inicial, hiporreflexia, convulsiones, trastornos psicomotores, mioclonía, hipotermia.
Aparato respiratorio: Depresión respiratoria, edema pulmonar.
Sistema cardiovascular: Taquicardia, hipotensión, trastornos de la conducción con ensanchamiento del complejo QRS, paro cardiaco.
Tracto gastrointestinal: Vómitos, vaciado gástrico, movilidad intestinal reducida.
Función renal: Retención urinaria, oliguria o anuria; retención de líquidos, intoxicación acuosa debida a un efecto de la carbamazepina similar al de la ADH.
Tratamiento: No existe un antídoto específico por lo cual el tratamiento se guiará al principio por el estado clínico del paciente: hospitalización, vaciado del estómago, lavado gástrico y administración de carbón activado. Tratamiento de apoyo en la unidad de cuidados intensivos, con vigilancia de la función cardiaca y corrección cuidadosa del desequilibrio electrolítico. Se medirá el nivel plasmático para confirmar la intoxicación por carbamazepina e investigará la magnitud de la sobredosis.
Resultados de laboratorio: Hiponatremia, acidosis metabólica, hiperglucemia aumento de la fosfocinasa-creatinina muscular.
Recomendaciones especiales:
Hipotensión: Administrar dopamina o dobutamina por vía I.V.
Arritmias cardiacas: Se tratarán de modo individual.
Convulsiones: Administrar una benzodiazepina (por ejemplo, diazepam) u otro antiepiléptico, por ejemplo, fenobarbital (con cuidado a causa del aumento de la depresión respiratoria) o paraldehído.
Hiponatremia, (intoxicación acuosa): Restricción de líquidos e infusión lenta y cuidadosa de solución salina al 0.9% por vía I.V.
Estas medidas pueden ser útiles para prevenir las lesiones cerebrales. Se ha recomendado la hemoperfusión de carbón activado.
La diuresis forzada, la hemodiálisis y la diálisis peritoneal no son eficaces.
Se tendrá en cuenta por anticipado la recaída y el agravamiento de la sintomatología al segundo y tercer día, después de la sobredosis, causada por la absorción retardada.
PRESENTACIÓN: Caja con frasco con 120 mL de suspensión.
RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO: Consérvese el frasco bien tapado a temperatura ambiente a no más de 30°C.
LEYENDAS DE PROTECCIÓN:
Literatura exclusiva para médicos. No se deje al alcance de los niños. Su venta requiere de receta médica. La suspensión debe agitarse antes de usarse. No se use en el embarazo y la lactancia.
Hecho en México por:
PSICOFARMA, S.A. de C.V.
Calz. de Tlalpan No. 4369
Col. Toriello Guerra, Deleg. Tlalpan
C.P. 14050, México, D.F.
Reg. Núm. 607M97, SSA IV
HEAR-06350160100290/RM2007